Mujer de fe

Jesucristo, el “cliente” celestial de Tamara Falcó

Fiel, incondicional, beata, casi monja, maneja los hilos de la religiosidad más absoluta con maestría

Tamara Falcó
Tamara FalcóLa RazónLa Razón

En el fervor religioso de Tamara Falcó, la figura de Jesucristo es pieza clave en su conversión celestial. Tanto que se ha nombrado a sí misma “la relaciones públicas de Jesucristo”, en un alarde de prepotencia divina.

Jesús me brinda la ayuda para vencer a los sinsabores de la vida. Yo soy como su relaciones públicas.” La Corte celestial ha encontrado en la hija de Isabel Preysler a su mejor embajadora en el campo terrenal.

Fiel, incondicional, beata, casi monja, maneja los hilos de la religiosidad más absoluta con maestría. Tamara se ha recorrido los santuarios marianos más importantes del mundo, como son los de Lourdes o Medjugorje, de los que es una de sus mayores devotas, al igual que lo son otras como sus amigas, Casilda y Ana Finat, María García de Jaime, y su marido Tomás Páramo, Lucia Domínguez o Clara López de Lemus, y Paloma Cuevas.

Tamara encuentra en la religión respuestas hasta para contrarrestar los ataques “ateos” que recibe, y escoge unas frases que expresan totalmente su convencimiento de que en Jesús está la solución a los problemas: “Cristo dijo: ‘Benditos cuando os maldigan por pronunciar mi nombre. Que se metan con nosotros es buenísimo, santísimo, es el camino al cielo’”.