Ubicada en el corazón de Sevilla, la Iglesia del Cristo de los Gitanos es mucho más que un templo religioso. Es un símbolo de devoción, historia y arraigo familiar para los Alba. No es casualidad que Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mirjan hayan elegido este santuario para sellar su unión el próximo 4 de octubre, en una ceremonia íntima rodeado de familiares y amigos. Más allá de su belleza arquitectónica, este lugar guarda un vínculo especial con su madre, Cayetana de Alba, cuyos restos descansan aquí por expreso deseo suyo.

La generosidad de Cayetana

El santuario, cuya restauración fue posible gracias a la generosidad de la duquesa de Alba, es la sede de la Hermandad de los Gitanos desde 1999. Durante años, muchos de los enseres de la hermandad se conservaron en el Palacio de las Dueñas, la que fuera una de las residencias favoritas de la aristócrata. No es de extrañar que la familia mantenga una relación tan estrecha con el templo: tanto Cayetano como sus hijos, Luis y Amina, son cofrades de la hermandad, y el propio conde de Salvatierra ha salido hasta en 11 ocasiones como costalero.

En su altar han tenido lugar algunas de las ceremonias religiosas más importantes de la familia en los últimos años. Las dos hijas del duque de Huéscar fueron bautizadas en la misma pila bautismal donde él mismo recibió el sacramento hace más de 30 años. Además, en este mismo templo se escenificó el último acercamiento público entre los hijos de Cayetana de Alba, cuando se dieron la mano a las puertas de la misa funeral en el décimo aniversario de su fallecimiento.

Fiesta en Las Arroyuelas

Tras la ceremonia, la celebración continuará en Las Arroyuelas, la finca que el duque de Arjona heredó de su madre. Se trata del mayor latifundio de la Casa de Alba en Andalucía, con 1.480 hectáreas dedicadas en su mayor parte a la agricultura y ganadería. En su interior se encuentra La Motilla, una antigua casa de postas reconvertida en un majestuoso cortijo que será el escenario perfecto para esta boda.

Dos enclaves llenos de historia y significado para una de las grandes bodas de 2025, en la que Cayetano Martínez de Irujo rendirá homenaje a su linaje y, sobre todo, a la figura de su madre.