Homenaje
Desvelamos el misterio del llamativo collar de la baronesa Thyssen: no son rubíes
El colgante llamó la atención de todos los asistentes y muchos dieron por hecho que se trataba de una importante pieza de alta joyería, pero nada más lejos de la realidad...
Carmen Cervera celebró ayer una de sus noches más especiales, y lo hizo en su casa, arropada por los suyos. El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza acogió la primera ceremonia de entrega del Premio Bazaar Women in Art, una iniciativa de la revista "Harper’s Bazaar" que pretende reconocer el "inmenso legado de la mujer que trajo a España la colección de arte privada más importante del mundo" y "su trayectoria vital y profesional en apoyo al arte".
Un honor que llegó menos de un mes después del 81º cumpleaños de la baronesa y que celebró con una exquisita cena de gala a la que no faltaron las personalidades más destacadas del universo artístico, social y empresarial de nuestro país.
"Recibir este tipo de premios y reconocimientos siempre hace ilusión, naturalmente. Se lo quiero dedicar a mi madre, a Heinrich -su difunto marido- y a mis hijos", comentó una emocionadísima Cervera ante LA RAZÓN. Precisamente, llegó acompañada de una de sus hijas mellizas, María del Carmen, aunque Borja y su esposa, Blanca Cuesta, causaron baja en el último momento. Estaba previsto que asistieran a este especial homenaje, pero finalmente "no han podido venir, y me da mucha pena porque les hubiera encantado, pero les ha surgido un problema que no han podido evitar y les ha sido imposible". Aun así, Cervera aseguró que entre ella y su primogénito "está todo bien, claro que sí", y que las supuestas desavenencias que se han publicado en los últimos meses "son cosas que se inventa la prensa".
Invenciones -o suposiciones- como la relativa al imponente collar con el que ayer se presentó en su homenaje. La baronesa combinó su vestido negro de tafetán y escote de corazón con un llamativo colgante que aparentemente se componía de seis rubíes, piedras preciosas que harían de esa pieza una de sus joyas más valiosas, pero lo cierto es que se trataba de bisutería.
Tal y como la propia baronesa hizo saber a varios invitados que se interesaron por su collar, en su noche más especial prefirió no apostar por "joyas buenas" y se decantó por este colgante de Prada de colecciones pasadas, imposible de encontrar ahora en el stock de la prestigiosa firma.
Un collar, aun así, llamativo y elegante que no se encuentra al alcance de todos los bolsillos, teniendo en cuenta que el colgante más barato de Prada -una fina cadena de metal dorada- supera los 600 euros.
Arropada por sus amigos
En su gran noche, la baronesa disfrutó de la compañía de sus más allegados, algunos más conocidos que otros. Entre el plantel de VIP’s que se congregaron en el Thyssen-Bornemisza destacaron nombres como la modelo Nieves Álvarez, Alaska y Mario Vaquerizo, la presidenta del Consejo de Estado y ex vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo; el cantante Antonio Carmona y su esposa Mariola Orellana; Carmen Lomana o Boris Izaguirre, que se deshizo en halagos hacia Cervera.
"Ella es claramente una pionera y realmente está muy involucrada en el arte. Sin ella no existiría este museo. Ella, Francesca -hermana de Borja por parte de padre-, Borja y Blanca forman parte de este extraordinario legado que es esta casa. Eso a Carmen se le reconoce siempre. Es verdad que la colección llegó aquí hace 32 años gracias a su historia de amor con el barón, pero la colección se ha convertido en un museo nacional, que es donde estamos hoy, y eso ha sido gracias a ella", expuso ante LA RAZÓN el escritor venezolano.
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