Opinión

El diario de Amilibia: Marisú y las lágrimas de Vinicius

Tratándose de la ministra de Hacienda, y por tanto también experta en lágrimas y sufrimientos varios, podría haber afinado más especificando que la culpa de las lágrimas del ojo izquierdo la tiene la Yoli y las del ojo derecho, Puchi

Vinicius Junior breaks down in tears during a press conference after a training session of the Brazil team ahead of a friendly soccer match against Spain on Monday March 25, 2024, in Valdebebas, Madrid, Spain. Vinicius Junior broke down in tears on Monday while talking about the racist insults that he has been subjected to in Spain, saying that he is losing his desire to keep playing because of what he has been going through. (AP Photo/Oscar J. Barroso)
Vinicius llorandoASSOCIATED PRESSAgencia AP

Han sido las lágrimas más comentadas de la pasada semana, junto a las de los cofrades que no pudieron sacar sus pasos por la lluvia. Hasta María Jesús Montero intervino en el asunto: «La culpa de las lágrimas de Vinicius es de la ultraderecha y la derecha». Ahí tenemos a la experta en culpas arrimando lágrimas negras a su ideología roja, quizá interpretando que por tratarse de un extremo izquierdo es cosa suya.

O sea, que, según Marisú, Abascal y Feijóo son los pecadores irredentos que hacen llorar a Vini como a esas Vírgenes que hasta lloran sangre en América. Tratándose de la ministra de Hacienda, y por tanto también experta en lágrimas y sufrimientos varios, podría haber afinado más especificando que la culpa de las lágrimas del ojo izquierdo la tiene la Yoli y las del ojo derecho, Puchi, pero no seamos exigentes.

La vicepresidenta del Gobierno y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, interviene en el congreso extraordinario de los socialistas valencianos este sábado en Benicàssim (Castellón).
La vicepresidenta del Gobierno y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, interviene en el congreso extraordinario de los socialistas valencianos este sábado en Benicàssim (Castellón). Andreu EstebanAgencia EFE

Como los árbitros no pueden o no quieren expulsar a los jugadores que lo muelen a patadas, ni al graderío que le insulta por negro y genial jugador que burla al contrario, se convierten en jueces antimadridistas y expulsan a Vinicius por quejarse gesticulando en exceso. Los analistas de la cosa dirán que esa es la táctica Sánchez: como todavía no puede expulsar de España (todo se andará) al personal que lo abuchea en el exterior, expulsa a los que le abuchean en el interior, tal como a Nico Redondo y Joaquín Leguina, a la espera de que García-Page pase de la gesticulación a los hechos para enseñarle tarjeta roja. Mientras, anima a Marisú y su VAR fiscal para que señale otro fuera de juego de Ayuso.

Solo falta que aparezca la Yoli diciendo que Vini llora porque aún no puede comprarse un megayate como el de Amancio Ortega, de 182 millones. Qué mal ejemplo para los jóvenes, dirá.