Opinión

El diario de Amilibia: La Oficina Creadora de Escándalos

El último hallazgo estratégico consiste en que un diario digital afín cree una noticia falsa (por ejemplo: acusar a Feijóo de dar ayudas a la empresa de su mujer cuando presidía la Xunta) para, ante la evidencia del error, rectificar 24 horas más tarde

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (c), junto a la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero (i), y el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños (d), a su llegada a la última jornada de debate y votación de los presupuestos en el pleno del Congreso, este jueves.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (c), junto a la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero (i), y el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños (d), a su llegada a la última jornada de debate y votación de los presupuestos en el pleno del Congreso, este jueves.Alberto R. RoldánLa Razón

No lo he verificado en tres fuentes distintas, pero tres lenguas viperinas diferentes me han comentado bajo palabrita del Niño Jesús que la oficina más activa de Moncloa es ahora mismo la encargada de crear escándalos nuevos para tapar escándalos recientes. Cuentan que en ella se encuentran las más grandes mentes de los cien mil (más o menos) asesores del Gobierno, capitaneados por el Espíritu Santo o Tres en Uno monclovita, monseñor Bolaños. No es la suya tarea fácil en un país en el que el escándalo es el donuts del desayuno diario: exige imaginación y don de la oportunidad. También un gran sentido de la estrategia: por la mañana recitan a coro ante al Amado Líder las partes básicas de «El arte de la guerra», de Sun Tzu. Por la tarde, a Maquiavelo.

El último hallazgo estratégico consiste en que un diario digital afín cree una noticia falsa (por ejemplo: acusar a Feijóo de dar ayudas a la empresa de su mujer cuando presidía la Xunta) para, ante la evidencia del error, rectificar 24 horas más tarde, lapso de tiempo suficiente para que Él y todos sus ministros pongan en marcha el ventilador para explotar políticamente la «fake news» y no rectificar nunca. No sé si lo dijo Sun Tzu, pero una las máximas de la OCE (Oficina Creadora de Escándalos) reza: «expande mierda, el abono ideal para los votos». Así las cosas, Él va y dice sin ningún temblor de voz: «Hay gente que miente y gente que intentamos hacer de la verdad nuestra forma de vida».

Psiquiatras y dermatólogos investigan el extraordinario milagro: cómo consigue decir algo así sin sonrojarse. Lo diré: Él cuenta con un importante psicólogo que le ha enseñado a controlar la turbación y el sofoco, y para evitar sonrojos delatores le receta brimonidina. Palabrita del Niño Jesús.