Guiño satírico
Harry de Inglaterra, humor real en prime time: el príncipe que desafía a Trump desde el late night
Una aparición sorpresa en el programa de Stephen Colbert revela al duque de Sussex más cómico, libre y dueño de su propio relato, en un guiño satírico que apunta .sin disimulo- al presidente de EE.UU
Harry de Inglaterra ha vuelto a conquistar la televisión estadounidense, pero esta vez no lo ha hecho para hablar de traumas familiares, memorias explosivas o tensiones palaciegas. Lo ha hecho para reírse. De sí mismo, del imaginario romántico navideño que obsesiona al país… y, cómo no, de Donald Trump. Su aparición por sorpresa en The Late Show with Stephen Colbert la noche del miércoles -coincidiendo casualmente con el estreno del especial navideño de Meghan Markle en Netflix- desató una tormenta mediática instantánea, especialmente al otro lado del Atlántico, donde cada gesto de los Sussex sigue siendo un acontecimiento.
El sketch que protagonizó retrata a un Harry juguetón, casi caricaturesco, dispuesto a audicionar para convertirse en el próximo "príncipe de Navidad". Colbert, siempre afilado, introdujo la escena recordando la avalancha de películas festivas en las que una estadounidense anónima acaba enamorada de un príncipe. "Le dan a la gente expectativas poco realistas", ironizaba el presentador. Y entonces apareció él, el príncipe real convertido en príncipe de ficción, aceptando el juego con absoluta naturalidad.
Marca pop
La pregunta inevitable llegó pronto: ¿por qué un príncipe de verdad querría protagonizar una película navideña? Harry, levantando una ceja que es ya parte de su marca pop, respondió: "Los estadounidenses están obsesionados con las películas navideñas, y claramente están obsesionados con la realeza… Así que, ¿por qué no?". Colbert intentó desmontar esa supuesta fascinación estadounidense por los títulos nobiliarios, pero el príncipe devolvió el golpe con precisión quirúrgica: "¿En serio? He oído que eligieron a un rey". Una referencia directa a las protestas No Kings contra Trump, a quien sus detractores acusan de gobernar con pulsiones autoritarias.
Trump, por su parte, no se ha privado en el pasado de lanzar dardos al príncipe, insinuando incluso que podría deportarlo por su confesado consumo de drogas, aunque luego lo descartara por considerar que ya tenía "demasiados problemas con su mujer". El sketch de Harry y Colbert juega con esa tensión con un humor descarado, casi catártico. "Haré lo que sea -decía el príncipe durante la audición ficticia-. Enviarme un vídeo, volar a una prueba, resolver una demanda infundada de la Casa Blanca… ¡Lo que haga falta!". "Yo no hice ninguna de esas cosas", replicaba Colbert. "Tal vez por eso te cancelaron el programa", remataba Enrique. Risas, aplausos. Y un mensaje entre líneas.
No es su primera visita al late night de Colbert -la última, en 2023, rompió récords de audiencia gracias a la promoción de En la sombra-, pero sí la más libre. Sin entrevista, sin tensión, solo humor. Un príncipe dispuesto a reírse del poder… incluido el de quienes aspiran a reinar sin corona.