Pide grandes sumas de dinero

Julián Contreras exige ser indemnizado por la mujer que no quiso alquilarle un piso

Pide 12.000 euros a una en Córdoba por desconfiar de él y su liquidez. También a otra en Madrid por demostrar que le debe 30.000 euros

Julián Contreras
Julián ContrerasInstagram

Julián Contreras quería estar en el candelero informativo cuando se sumó al tren puesto en marcha por su hermano, Fran Rivera. El torero se sentaba en ‘De viernes’ para hablar de su vida personal, destacando que no se habla con ninguno de sus tres hermanos, cada uno por un motivo distinto. Mientras que Cayetano y Kiko Rivera prefirieron hacer oídos sordos, Julián quiso tomar la revancha colocándose en el ojo del huracán. Pero claro, al estar en un plató de televisión y presuponer que estaría cobrando, la casera que estaba a la espera de cobrar la deuda que aún mantenía y que le valió un desahucio levantó el teléfono. Así se puso sobre la mesa los problemas económicos del hijo de Carmina Ordóñez, que parecen no tener fin y a los que él pone remedio como buenamente puede. Eso sí, rechazando jugosos trabajos.

La mujer que le alquiló un piso y que sufrió un calvario para lograr echarle del mismo ante la negativa de pagar le acusa de una deuda de 30.000 euros. Pero hay otra, la llamada en los platós de Telecinco como la “no casera”, a la que contactaron supuestamente en nombre de Julián Contreras para alquilarle su casa de Córdoba. Persona que después denunció lo vivido en televisión, provocando el enfado del protagonista. Él, cansado de ser diana de críticas por sus deudas, se ha marchado a Cuenca en busca de tranquilidad, aunque desde su refugio ha enviado un burofax para anunciar acciones legales en caso de no ser indemnizado por lo que considera una vulneración de sus derechos.

A Julián Contreras le ha enfadado que la persona que iba a alquilarle su domicilio en Córdoba haya denunciado las dudas que le surgieron durante el proceso de negociación. “Querían unos planos de la vivienda, porque hay una persona con limitaciones visuales, luego resulta que era el padre”, decía la “no casera” a ‘Así es la vida’, destacando que desconfió cuando comprobó que “no tenía unos ingresos demostrables y nos dijo que ella podía hacer de avalista o podía hacer un seguro de alquiler. Nos pareció muy raro y entonces no le seguimos enviando información ni nada”. Estas revelaciones podrían costarle a ella 12.000 euros, en caso de que desee eludir las acciones legales con las que es amenazada si no lleva a cabo el ingreso.

Julián Contreras en una imagen reciente
Julián Contreras en una imagen recienteJesus BrionesGTRES

“Ha difundido las comunicaciones privadas que mantuve con usted sin previo ni expreso consentimiento, lo cual es muy grave”, le acusa Julián Contreras en el burofax a la mujer que iba a alquilarle un piso hasta que la desconfianza le hizo echarse atrás. Es por eso que, a través de sus abogados, le solicita que “en un plazo no superior a 72 horas me indemnice con una cuantía total de 12.000 euros”. Desde ‘Así es la vida’ han consultado con un experto en estas cuestiones legales, quien ha dejado claro que “es un farol”, pues la “no casera” tan solo ha expuesto su situación, sin incurrir en delito alguno. Que si no paga ese montante él podría iniciar acciones legales, pero que, a su parecer, no tiene mucho futuro en los tribunales.

Sea como fuere, parece que Julián Contreras ha encontrado en la vía judicial una forma de sanear sus cuentas. Al menos según han planteado desde el citado programa de Telecinco, que subraya también la cuestión de que también ha denunciado a su última casera, a la que debía 30.000 euros entre cuotas impagadas e intereses. Lo hace acusándola de acoso por la forma en la que se ha puesto en contacto con él para reclamarle el dinero adeudado y por usar los medios de comunicación para denunciarle públicamente por su negativa a hacer frente a esta responsabilidad. Él lo considera inapropiado y desproporcionado. También por desvelar que tuvo que ser desahuciado el pasado año y que se marchó de la casa tan solo un día antes de que se produjese el desalojo de la vivienda, la cual se encontró, según la casera, en muy malas condiciones. Eso sí, también con muchos recuerdos en su interior, con objetos personales, fotos privadas de la familia, que al final ha vendido ella para recuperar lo perdido.