Confesión

Nuria Fergó rompe su silencio: "A los diez días de parir, me fui. Tenía que salir de ahí"

La cantante recuerda su primera maternidad como uno de los momentos más solitarios y difíciles de su vida. Hoy, sin tapujos, habla del dolor, el abandono y de cómo aprendió a priorizarse

Nuria Fergó en una imagen de archivo
Nuria Fergó en una imagen de archivoGtres

Hay decisiones que cambian una vida. Y Nuria Fergó tomó la suya con un bebé recién nacido en brazos. "A los diez días de parir, me fui a casa de mi madre. Tenía que salir de ahí". La cantante malagueña ha abierto su corazón en la segunda temporada de Madres: desde el corazón, el programa conducido por Cruz Sánchez de Lara, donde ha repasado los momentos más duros de su vida personal, incluidas sus dos relaciones más mediáticas.

Sin dramatismos pero con absoluta honestidad, Nuria recuerda el que fue su primer matrimonio con José Manuel Maíz, padre de su hija Martina. "El embarazo no fue bonito, me sentí sola. Cuando una no está bien, se cree que casándose se arregla todo. Pero eso no da la felicidad". La separación llegó rápido: "A los tres meses firmamos el divorcio. Me fui y no volví".

Madre soltera

Desde entonces, asegura, ha criado a su hija en solitario: "Él la ve un fin de semana al mes. Yo la educo, yo estoy". Y aunque reconoce que él cumple con lo pactado, Nuria se define sin rodeos: "Soy madre soltera".

Nuria Fergó, madre de una niña
Nuria Fergó, madre de una niñalarazon

También se sinceró sobre su ruptura más reciente, con Juan Pablo Lauro, a quien estuvo a punto de dar el "sí, quiero". "Fue una historia preciosa. Pero a veces los sentimientos cambian. No hubo drama. Solo evolución".

Fergó habla del dolor, pero también del renacer. De la mochila emocional que arrastró durante años, de la terapia, de sentirse anulada. "Me lo dijo mi psicólogo: vienes anulada". Su carrera quedó aparcada casi una década. "No quedaba ni para un café. Mi vida era el colegio, el gimnasio y casa de mi madre".

El punto de inflexión llegó en una cena benéfica: el marido de Boris Izaguirre le dijo una frase que le encendió la alarma. "¿Qué haces en el pueblo? Nadie va a ir a buscarte allí". Se mudó a Madrid, aunque tuvo que hacerlo sola. La batalla legal por llevarse a su hija fue tan frustrante que pensó en rendirse. "Pero pensé en mi niña. Y tiré para adelante".

Hoy, Nuria Fergó no esconde ni una sola grieta. Y no tiene miedo de mirar atrás. "Soy persona. Soy mujer. Y no me dejan avanzar. Pero sigo. Por mí. Y por ella".