Disculpas

Rodolfo Sancho pide perdón por sus duras palabras tras ver a su hijo Daniel

El actor lamenta haber dado una imagen de prepotencia que, según él, no se corresponde con la realidad

Este jueves 7 de septiembre, Rodolfo Sancho ha vuelto a visitar a su hijo Daniel en la prisión de la isla de Koh Samui, en la que se encuentra desde hace más de un mes tras ser acusado de asesinar y descuartizar a Edwin Arrieta. El actor vuelve un día después de pronunciar ante la prensa unas polémicas declaraciones que no le dejaron en muy buen lugar ante la opinión pública.

Lejos de mostrarse afligido por la situación que atraviesa su hijo o por el atroz crimen que ha cometido (atendiendo a la versión de las autoridades tailandesas), Rodolfo Sancho aseguró que “no estoy llorando por los suelos, ese no soy yo (...). Hay dos formas de tomarse las cosas cuando vienen en la vida. Te lo puedes tomar como una desgracia o como un reto, lo he dicho siempre. Creo que con eso he dicho suficiente”, aseguró, añadiendo que “no van a conseguir lágrimas de mí”.

Unas palabras muy cuestionadas que dieron una imagen de frialdad y prepotencia que, según él, no se corresponde con la realidad. De hecho, Sancho ha querido pedir perdón ante los medios por sus desafortunadas declaraciones y aclarar que fueron fruto de los nervios y del mal momento que atraviesan él y su familia.

Rodolfo Sancho matiza sus polémicas palabras: "Es un mecanismo para sentirme fuerte y ayudar a mi hijo"
Rodolfo Sancho matiza sus polémicas palabras: "Es un mecanismo para sentirme fuerte y ayudar a mi hijo"Europa Press

“Como os imagináis ayer salí de un momento complicado ahí dentro”, comienza diciendo sobre el encuentro en prisión con su hijo, y añade: “La imagen que di fue quizás muy dura, quizás prepotente. Yo siempre he tenido una sonrisa con la prensa, y lo de ayer fue un mecanismo que uso para sentirme firme, para sentirme fuerte y para ayudar a mi hijo”.

Esto último puede ser clave a la hora de entender sus palabras sobre la justicia tailandesa. Seguramente aconsejado por sus abogados, Sancho alabó a las autoridades del archipiélago asiático y aseguró que respetaba y confiaba plenamente en la investigación sobre el asesinato de Arrieta, que podría terminar con su hijo en el corredor de la muerte.