
Aniversario
Silvia Tortosa: lo que nadie ha contado de su único viudo
A un año de la muerte de la popular actriz, despejamos las dudas sobre las intenciones de Carlos Cánovas

Hace un año falleció Silvia Tortosa en la clínica de Barcelona donde pasó los últimos días de su vida. Una noticia que conmocionó el mundo artístico y social al ser una persona muy querida, admirada profesionalmente y alejada de los escándalos. Salvo su grupo más íntimo, el resto de los amigos y conocidos no sabían que la enfermedad había vuelto a su vida. Cuando le diagnosticaron cáncer en 2019 lo contó públicamente en el canal de YouTube que producía su marido Carlos Cánovas y en el programa Sábado de Luxe. No aparecía como mujer doliente, sino todo lo contrario. Y no sólo eso, sino que calificaba al que en la actualidad es su viudo legalmente por mucho que algunos no lo quieran admitir como su gran apoyo. «Tras casi 12 años de convivencia, Carlos no es solo mi pareja y mi principal apoyo, es un hombre fuerte y que me contagia su fortaleza y tranquilidad. Me resultaría impensable y aterrador no tenerle a mi lado».
Tiempo después y tras el tratamiento pertinente contaba con naturalidad que estaba curada. «El fin del túnel se ha acabado y ahora queremos vivir sin estar pendientes de hospitales», nos decía a los periodistas que la llamábamos por teléfono para saber cómo estaba. Y a su lado, Carlos Cánovas, que pasó de ser el hombre perfecto para todos los que rodeaban a la actriz a una persona a la que había que descalificar y colocarlo como un villano. Ya en el tanatorio surgieron las primeras declaraciones de ese entorno cercano que aseguraban que Silvia había dejado escrito que le transmitieran que era «persona non grata» y que por lo tanto, no acudiera. El productor y marido no solo se presentó, sino que no hubo ningún problema para dar ese último adiós. Le acusaron de no haberse interesado por el estado de la que era su esposa. Un dato que, según ha podido comprobar la que escribe estas líneas, tampoco era cierto.
¿Infiel en el matrimonio?
Se conocieron en 2008. Estuvieron juntos 17 años y se separaron en 2023, de una manera totalmente discreta. Si Silvia hubiera querido contar cómo fue la ruptura lo habría hecho y no lo hizo. Según el entorno que ha acudido a los platós televisivos tenía intención de hacerlo y de explicar las infidelidades de su marido. En este aspecto tampoco era verdad lo que decían. Sí es cierto que Carlos Canovas comenzó la relación con su actual pareja aun sin romper públicamente con la actriz. El no abandonar el domicilio conyugal tenía que ver con la madre del productor. Era una señora muy mayor que vivía con ellos y una vez que se hizo el traslado, falleció seis días después. Para Silvia Tortosa fue muy dolorosa la ruptura y fue entonces cuando cambió el testamento en el que expresamente Carlos Cánovas quedaba excluido.

A pesar de que se dijo que tenía intención de impugnar no fue verdad. Acudió a la notaría, porque así se lo recomendó su abogado. Recogió las últimas voluntades por la sencilla razón de que estaban casados. Lo hicieron en Estados Unidos y en ese nuevo testamento firmado ante notario figura el dato del estado civil de ambos. Por lo tanto, el productor era y seguirá siendo legalmente el viudo de la actriz. En aquel momento, ese entorno también aseguró que había iniciado los trámites para recuperar la parte que como marido le correspondía. Otra inexactitud más. Cánovas reconoció que nunca habría tomado esa decisión. No iba a meterse en complicaciones por un dinero que era de su mujer y del que no quería saber nada, como así ha sido. Definía esas últimas voluntades como el testamento del cabreo. Efectivamente el productor sí tenía pareja con la que comenzó a convivir una vez que salió del domicilio conyugal, pero no antes.
Un detective
El dato de la nueva relación la supo Silvia por el informe de un detective contratado por consejo de la que luego sería su heredera y fue su tutora. La historia de amor había tocado a su fin y como sucede en las relaciones afectivas siempre hay uno que es el que más sufre. En este caso fue Silvia Tortosa la que quedó dañada y no quiso públicamente airear la ruptura, aunque lo podría haber hecho. La actriz ya había escrito sus memorias donde relata cómo habían sido sus experiencias amorosas y matrimoniales. A Carlos Cánovas solo le dedicó palabras de cariño, mientras duró su relación.
Ante las descalificaciones que surgen ahora en programas televisivos de la figura de Cánovas, decir que si ahora hay quien quiere reivindicar que Silvia Tortosa tenía intención de contar sus «horribles» últimos años con su marido no hay datos que lo ratifiquen. Lo único que hay es lo que la actriz dejó dicho en su testamento. Lo demás son inexactitudes de un entorno que sabe que a la amiga no le hubiera gustado ser protagonista de escándalos televisivos. Y menos aún después de fallecida.
Una mansión de dos millones
El tema que ha generado más controversia es la decisión de una de sus herederas, Ana Congost, amiga íntima de Silvia Tortosa, quien ha optado por poner a la venta por más de dos millones de euros una de las impresionantes propiedades que recibió en la repartición del patrimonio. La mansión de 400 metros cuadrados y tres plantas está ubicada en el señorial barrio de Puerta de Hierro. Los altos gastos de mantenimiento del inmueble parecen ser la causa de la venta de esta propiedad de Tortosa.
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