Mike Tyson reconoce que su adicción a las drogas, el sexo y el alcohol le pudieron costar la vida

El exboxeador estadounidense Mike Tyson reconoció en su libro recientemente publicado 'Undisputed Truth' ('Verdad Incuestionable'), que quiso "matar"a su contrincante Evander Holyfield, durante el famoso combate de 1997, a quien finalmente le arrancó la oreja de un mordisco, lo que le costó la descalificación, además de confesar que estuvo a punto de morir a causa de las drogas y el alcohol, y su adicción sexual.

"Yo solo quería matarlo, pero sus cabezazos me pusieron muy furioso", reconoce Tyson en relación a las embestidas que le propinó Holyfield durante la pelea. "Yo era un soldado indisciplinado y perdí la compostura, así que le mordí la oreja", relata en sus memorias que acaban de salir a la venta.

Como se recuerda, esta actitud violenta acabó por echar a Tyson del 'ring' y le costó la descalificación del campeonato mundial de 1997. Además, sufrió una dura censura de los aficionados al boxeo, que criticaron su excesiva agresividad. De hecho, Tyson cuenta cómo en ocasiones desconocidos le tiraron cabezas de animales a su jardín

y tuvo, incluso, que necesitar guardaespaldas en sus apariciones públicas para evitar la ira de la gente que lo increpaba.

"Quiero vivir una vida sobria, no quiero morir"porque "estoy a punto de morir, soy un alcohólico vicioso", reconoció el excampeón mundial de boxeo en una reciente entrevista. "A veces soy un chico malo, que ha hecho un montón de cosas malas, pero quiero ser perdonado", imploró, al tiempo que señaló que su deseo es "cambiar de vida". "Quiero vivir una vida diferente", afirmó.

Tyson escribe que en todo momento pensaba en mantener relaciones sexuales con "cualquier mujer", incluso "mantenía relaciones sexuales con prostitutas sin protección aún sabiendo que podrían tener Sida". Tuvo que necesitar rehabilitación con un psicoterapeuta.

La autobiografía incluye un episodio donde relata su paso por la cárcel, debido a las acusaciones de violación a una joven de 18 años en 1992. Tras salir de prisión, después de cumplir tres años de condena, el boxeador intentó en varias ocasiones retomar su carrera deportiva pero sin éxito.