Opinión

El diario de Amilibia: Que la Swift grite lo del cohete

En la Moncloa trabajan a toda máquina para conseguir, a cambio de millones, que Taylor salude al público gritando: «¡Hola, Madrid! ¡España va como un cohete!»

Lisbon (Portugal), 24/05/2024.- US singer-songwriter Taylor Swift performs at Luz Stadium in Lisbon, Portugal, 24 May 2024. Taylor Swift will perform two concerts in Lisbon on 24 and 25 May, as part of The Eras Tour. (Lisboa) EFE/EPA/MIGUEL A. LOPES EDITORIAL USE ONLY. NO BOOK COVERS
US singer Taylor Swift performs in LisbonMIGUEL A. LOPESAgencia EFE

Si yo fuera Taylor Swift creo que estaría vomitando víctima de un empacho de elogios y récords: no sólo es la nueva reina del espectáculo, la Midas que todo lo convierte en oro, además tiene de rodillas a Biden rogándole que sea la musa de su campaña. El presi norteamericano suspira por los votos de sus jóvenes fans. Leo: «El efecto Taylor Swift en las urnas. La posibilidad de que la cantante haga campaña en favor de Biden preocupa a los seguidores de Trump». El mundo a sus pies y el planeta

sobre sus hombros. Y no para ahí la cosa: «Once profesores universitarios de todo el mundo elogian el talento de la estrella del pop para la literatura, los negocios y la musicología». Dios, la han convertido en una asignatura. Y dicen los profesores: «Si Dylan ganó el Nobel de Literatura, Swift también puede».

Esta desmesura de muslos dorados abarrotará el Bernabéu esta semana. Se ha recomendado a los espectadores que lleven puestos pañales de adulto: así no se perderán ni un gorgorito ni un golpe de cadera de la diosa por la visita a los urinarios y podrán dar rienda suelta a las emociones sin preocuparse por las pérdidas, que ya se sabe que las baladas de la Swift propician humedades arriba y abajo. Siendo como es una lince para los negocios, me extraña mucho que los pañales en cuestión no los comercialice ella misma: «Dodotis Swift, ni gota ni gota, el pis no se nota». Un concierto de culitos secos, bebés felices.

Mientras, en la Moncloa trabajan a toda máquina para conseguir, a cambio de millones, que Taylor salude al público gritando: «¡Hola, Madrid! ¡España va como un cohete!» No iré al show ni caeré nunca en la humillación definitiva del dodotis. Antes me pongo una pinza en el viejo cohete.