Déficit público

Valencia reduce su presupuesto un 7% mientras trata de crecer en inversiones

Hace encaje de bolillos para mitigar la prohibición de Zapatero de pedir más créditos y hacer frente a las obligaciones de pago. 

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El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Valencia afronta, por tercer año consecutivo, la elaboración de los presupuestos municipales con la mirada puesta en la crisis. Y es que la coyuntura económica y ciertas decisiones del Gobierno central han llevado al Ejecutivo de Rita Barberá a tener que reducir entre un 7 y un 8 por ciento los fondos para 2011. Así, las arcas valencianas dispondrán de 715 millones de euros -53 menos que en el ejercicio anterior- para hacer frente a gastos e inversiones. Y es en este último apartado donde se va a notar más el recorte, pues, dadas las circunstancias, el Consistorio dispone de apenas 14 millones para llevar a cabo varios sus proyectos, cantidad muy por debajo de los sesenta millones que se destinaron de media en años anteriores a inversiones.

No obstante, la Concejalía de Presupuestos que dirige Silvestre Senent, se afana esta semana en cuadrar números y buscar alternativas que permitan casi triplicar el montante hasta que ronde al menos los 40 millones, cifra muy alejada de los 59 millones del año 2009 o los 72 de 2006.

El culpable del recorte, según ha denunciado Barberá en numerosas ocasiones, es la política económica del Gobierno central, que a partir del próximo 1 de enero, impide a ayuntamientos como el de Valencia pedir nuevos créditos al superar el límite de la deuda del 75 por ciento.
Sin embargo, el pasado mes de septiembre, el Consistorio capitalino llevó a cabo una operación de refinanciación de la deuda de 170 millones de euros y aprovechar de este modo la carencia de dos años del nuevo préstamo para no pagar nada en 2011. Una de las pocas vías que ha encontrado el Ayuntamiento para mitigar la «arbitrariedad» del Gobierno y sus límites al endeudamiento, según Senent.

Pero para el concejal de Presupuestos, este no es el único «agravio económico» del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero para con Valencia, ya que este les obliga a devolver 3,7 millones de euros en concepto de transferencias que se le hicieron en 2008 en previsión de unos ingresos que finalmente no se produjeron, debido a una crisis que ha provocado una disminución en la recaudación de impuestos como el de matriculación o el relacionado con la concesión de licencias de obras.

Por todo ello, las reuniones que esta semana está manteniendo Barberá con su equipo de Gobierno, y que culminarán en unos días con la presentación oficial de los presupuestos para 2011, van encaminadas a «ofrecer a los valencianos las cuentas públicas más ajustadas a la realidad», tratando de que no se queden en el camino proyectos como el del Pont de Fusta y no se tenga que recurrir a draconianas medidas de ahorro.