Sevilla

El diputado de IU Gordillo capitanea el asalto a un super

La Razón
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SEVILLA- El diputado de IULV-CA y alcalde de Marinaleda (Sevilla), Juan Manuel Sánchez Gordillo, adelantó el lunes a LA RAZÓN que el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), a cuya Ejecutiva pertenece, llevaría ayer a cabo «acciones sorpresa de protesta» en dos puntos de la geografía de la región. Lo que no aclaró fue la naturaleza de las actuaciones. ¿Los lugares elegidos? Los municipios de Écija (Sevilla) y Arcos de la Frontera (Cádiz). ¿La forma de reivindicación?: la «toma» de dos grandes superficies comerciales de las que sacaron «alimentos de primera necesidad» sin pagar un céntimo.

En el caso de Arcos, unos 200 sindicalistas entraron en las instalaciones que Carrefour tiene en la localidad y llenaron 20 carros de la compra con la intención de entregarlos en un banco de alimentos de la sierra gaditana. Efectivos de los Cuerpos de Seguridad los retuvieron en las cajas y les impidieron salir a la calle con los artículos de los que se habían apropiado. En Écija, sin embargo, decenas de miembros del SAT invadieron el establecimiento de Mercadona de la barriada Alcarrachela y lograron, pese a que se produjo un forcejeo con algunos empleados, sacar nueve carros de la compra con aceite, azúcar, arroz, pasta, leche, galletas o legumbres. Fuentes del sindicato detallan que la Policía se desplazó hasta el lugar de los hechos pero «un grupo de compañeros distrajo su atención en el exterior». No hubo incidentes porque, según sus protagonistas, «fue un acto de no violencia activa».

Comandando la estrategia en ese enclave estaba el propio Sánchez Gordillo, quien por la tarde confirmó a este periódico que la comida había sido trasladada en furgoneta «al banco de alimentos de Sevilla». Explicó que su intención era «expropiar» algo «básico» para «quien lo necesita» a «cadenas que tiran más comida de la que nos hemos llevado». «Robarle a los ricos para dárselo a los pobres», a modo de «Robin Hood» o bandoleros del siglo XXI. Su acta de diputado no supuso un problema para el izquierdista porque, a su juicio, éstos «tienen que ponerse del lado de los pobres, en este atraco a mano armada que es la crisis». En su opinión, «existe una doble vara de medir: ante pequeños gestos como el nuestro se arma un escándalo tremendo, pero si los bancos nos roban con preferentes, no pasa nada».

El presidente de la Junta, el socialista José Antonio Griñán, reaccionó ante lo ocurrido y en su cuenta en la red social Twitter comentó: «Sánchez Gordillo se manifiesta contra la participación de IU en el Gobierno –se opuso a que la coalición entrara en el Ejecutivo autonómico con el PSOE–. Yo, contra la barbaridad de que este diputado asalte supermercados».

Palabras a las que el de Marinaleda replicó: «Comprendo que no le caiga muy bien a Griñán, dado que he pedido su dimisión por los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos de su Gobierno, que me parecen mucho más graves que lo que hemos hecho nosotros». De hecho, avanza: «Volveremos a actuar en grandes superficies francesas y alemanas». De momento, Mercadona ya ha anunciado que denunciará la sustracción de los nueve carros de comida por parte del SAT, así como, las agresiones que, aseguran, se produjeron. Sánchez Gordillo entiende que «están en su derecho» pero insiste en que «con lo que está pasando con la economía, no podemos quedarnos de brazos cruzados». Asume las críticas y no le teme a las consecuencias políticas porque insiste: «Los diputados tenemos que estar con los más débiles, no con los mercaderes».

 

Perfil
Histrión y demagogo a partes iguales
El de ayer sólo fue el enésimo «show» de Juan Manuel Sánchez Gordillo. El archiconocido alcalde de Marinaleda lleva treinta años haciéndose notar con un estilo, cuando menos, peculiarmente histriónico. Su territorio ha sido siempre el de las protestas y el de la demagogia barata.