Alcorcón

«Se puso un pasamontañas y empezó a lanzar salvas explosivas»

«A Sergio se le fue la cabeza». Así definen muchos agentes de Alcorcón (tanto municipales como nacionales) lo que ocurrió la noche del pasado 3 de septiembre en la localidad. Era el primer día de las fiestas patronales y la zona conocida como «Los Pinos», en la calle Institutos, estaba copada por centenares de jóvenes practicando «botellón». El altercado comenzó cuando unos chavales lanzaron una botella contra un coche patrulla de la Policía.

El jefe de la Policía Municipal, Sergio Ruiz, (detrás, de amarillo) junto a Enrique Cascallana y Amparo Valcarce
El jefe de la Policía Municipal, Sergio Ruiz, (detrás, de amarillo) junto a Enrique Cascallana y Amparo Valcarcelarazon

Enseguida llegaron más refuerzos y, tras calmarse la situación, el jefe de la Policía Nacional ordenó la retirada. Su homólogo de la Municipal, sin embargo, quería quedarse. «Se colocó un pasamontañas y comenzó a sacar parte del material antidisturbios que tiene. Ordenó a los agentes que estaban de servicio seguirle y la situación, lógicamente, se alteró», asegura un policía. «Se presentó con un aturdidor que lanza salvas explosivas y se lió a pelotazos». La batalla campal acabó con siete policías heridos y ocho personas detenidas (de entre 16 y 25 años), el peor comienzo de las fiestas patronales de Alcorcón que se recuerda.

Da la casualidad de que apenas unos días antes «alguien» había filtrado que la Policía Municipal de Alcorcón no podría «garantizar la seguridad» en las fiestas patronales de este año. «Está claro que fue él mismo quien provocó que los altercados se agravaran para justificar que no tenía suficientes agentes», explican.

La «desafortunada» intervención del subinspector se vio afeada por la serie de materiales que utilizó. Y es que también aseguran que Ruiz cuenta con armas y equipamientos que no son «los habituales» en un cuerpo de Policía Municipal. «Existe un lanzador de 40 mm que lanza pelotas de goma o gases lacrimógenos, varias "MP5"que es un fusil semiautomático, varias Taser (pistolas de descargas eléctricas) y una escopeta tipo Franchi», explica un agente. De hecho, Ruiz tiene algún contencioso con la Intervención de Armas de la Guardia Civil por un tema de licencia de armas.

«Todo el material está guardado en un cuarto al que sólo tienen acceso unos pocos», afirma un agente que ya ha salido del Cuerpo.
Esos «pocos amigos» del jefe tampoco tienen un expediente reluciente. Su «mano derecha», el sargento jefe de la Policía Judicial, está imputado por golpear a un detenido. El vídeo salió a la luz en septiembre de 2010 y el caso está a la espera de juicio. En cualquier caso, las cosas no pintan del todo limpias entre algunos agentes de este Cuerpo.


Descoordinacion con la Policía Nacional
Si bien es cierto que la rivalidad entre cuerpos policiales es todo un clásico, lo que ocurre en Alcorcón entre la Policía Nacional y la Municipal es desproporcionado. Todo, desde que llegó al mando local Sergio Ruiz. «Ve a los nacionales como el enemigo, no quiere nada con ellos y, nos guste o no, trabajamos juntos en multitud de operativos», explica un agente. «Aquí se dan situaciones como, por ejemplo, que cuando se reseña a un detenido (se le toma las huellas dactilares) esa información se ha quedado muchas veces en nuestras dependencias sin que esas huellas lleguen a la base de datos del CNP o la Guardia Civil. No se incluyen en el Sistema Nacional de Identificados y eso es una barbaridad», aseguran. «Lo peor de todo esto es que repercute en el alcorconero y en toda la sociedad», explican los agentes.