El PP arrasa el PSOE se hunde

MADRID- Ni «efecto Rubalcaba», ni apelaciones al miedo, ni fin de ETA, ni llamadas a los indecisos... El electorado no está por escuchar al PSOE, sino por propinarle un durísimo castigo en las urnas. Mariano Rajoy arrasa, a dos semanas de las elecciones, y Alfredo Pérez Rubalcaba se hunde. Son datos del resultado del último barómetro del Centro de Investigacines Sociológicas (CIS), que pronostica una histórica mayoría absoluta para el PP con un 47 por ciento del electorado y una horquilla de entre 190 y 195 escaños, doce más de los que obtuvo José María Aznar en 2000.

Por contra, el PSOE bordea la línea roja de la derrota de Joaquín Almunia en 2000, ya que se quedaría en el 30 por ciento de los votos y entre 116 y 121 diputados, su peor resultado en los últimos treinta años. 17 puntos de ventaja a favor de los populares es la mayor distancia que jamás ha dado un trabajo del CIS entre los dos principales partidos. El pasado julio la diferencia era de 7,1 en favor del PP, que hoy obtendría 74 escaños más que el PSOE.
El sondeo anuncia una participación en las elecciones del 83 por ciento frente a un 11 por ciento que probablemente, o con toda seguridad, manifiesta se quedará en casa. Sin embargo, de los que piensan ir a votar, un 68 por ciento dice tener ya decidido su voto frente a un 31,5 por ciento que aún no lo tiene claro, y que se debate, mayoritariamente, entre PSOE y PP (27,3 por ciento). Es esta bolsa de indecisos la que Rubalcaba anhela convencer en las dos semanas que restan hasta el 20-N.

Pero, de momento, los datos no pueden ser más desfavorables para él en este arranque de campaña. Así, ocho de cada diez encuestados están convencidos de que Rajoy ganará las elecciones, y de ellos, la mitad le pronostica una mayoría absoluta.
Y es que los ciudadanos ven al PP más capacitado para gestionar la mayoría de los problemas de España. De hecho, creen que los socialistas sólo pueden mejorar la acción del PP en política social, el medio ambiente o la igualdad de género. En todo lo demás, se imponen los populares: en empleo, en sanidad, en educación, en economía, en Unión Europea, en terrorismo, en seguridad ciudadana, en el estado de las autonomías, en política exterior, en infraestructuras, y en un largo etcétera. Por contra, los encuestados reprueban duramente la política socialista de esta legislatura en materias como el empleo o la economía.

El PNV se queda sin grupo
Hasta aquí lo que afecta a PP y PSOE. En cuanto al resto de partidos, el sondeo refleja un ascenso notable para IU-ICV, que pasaría de dos a ocho diputados y para UPyD, que subiría de uno a tres. Entre los nacionalistas, el único partido que crecería sería CiU (de 10 a 13 escaños), ya que ERC repetiría los 3 diputados de 2008 y el PNV se desplomaría hasta quedar a la mitad de su actual representación, esto es, sólo tres diputados (dos por Vizcaya y uno por Guipúzcoa). La deblacle del partido de Urkullu es proporcional a la irrupción de Amaiur, la coalición de la izquierda abertzale, a la que se le atribuyen tres diputados (dos en Guipúzcoa y uno en Vizcaya). Y eso que la mayoría del trabajo de campo del CIS se realizó antes del comunicado en el que ETA anunció el final de su actividad armada. Tanto el BNG como CC mantendrían los dos escaños de hace cuatro años, mientras que entrarían con un diputado en el Congreso el Proyecto Equo y el Foro Asturias de Álvarez Cascos.
Rajoy aumenta en valoración

La tabla de valoración de líderes registra varios cambios en comparación con barómetros anteriores. El primero es el descenso del líder de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, que pasa del primer al quinto puesto con una nota de 4,10 puntos. Ahora la líder mejor valorada, aunque sigue sin llegar al aprobado, es Rosa Díez, cabeza de lista de UPyD, con un 4,95. Le sigue, aunque con un nivel de conocimiento infinitamente menor, la diputada de Nafarroa Bai (ahora Geroa Bai), Uxue Barkos. Y ya en el tercer puesto, aparece Rubalcaba, con una nota de 4,54, menos de lo que tenía cuando se despidió de vicepresidente.

Mariano Rajoy logra su mejor calificación en los últimos años, con un 4,43, tan sólo una décima por debajo de su principal rival . Y es Zapatero quien se lleva la peor puntuación, un 3,05, la peor nota de quien estuvo liderando la tabla hasta hace sólo dos años.