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Arrebato del Madrid en Sevilla (0-1)

Benzema responde al fichaje de Adebayor con un golazo que acerca a su equipo a la final de Copa

Imágenes del gol anulado durante el partido
Imágenes del gol anulado durante el partidolarazon

El gol que fue, el único del partido de ida de la semifinal de Copa del Rey, de Benzema, crecido ante la adversidad; el que no subió al marcador, el de Luis Fabiano, cuyo origen en un fuera de juego terminó dentro, o casi, de la portería de Casillas porque Arbeloa lo sacó y el asistente no lo concedió. Al final, el arrebato fue del Madrid en el campo de batalla sevillista, donde Casillas recibió en la cabeza el impacto de un objeto con el encuentro ya terminado. No mereció un final así este partido.

En el cuadragésimoctavo cumpleaños de Mourinho, con chándal en el banquillo, elegante pero informal, Benzema le regaló un golazo, el mejor de cuantos ha marcado en el Real Madrid, que no son tantos. Y en el Sánchez Pizjuán. Todo un detalle. Fue a celebrarlo con él, sí, con el entrenador que por exigirle le ignora y que de tanto y tanto llorar –es una expresión– ha conseguido del club otro «9» más, Adebayor, más dinamita para el vestuario, en teoría, que para la delantera.

La reacción de Benzema al fichaje del togolés fue admirable; en lugar de hundirse, creció. No se tiró al suelo cuando Alexis le agarró dentro del área; había visualizado el gol y continuó, dejó atrás al central y sentó a Escudé con un regate seco; se perfiló y, con la izquierda, cruzó la pelota hacia el segundo palo, imposible para Palop. Era el minuto 17.

Antes del lujazo de Karim, mucho antes, el Sevilla animó a su afición con un vídeo muy guerrero. Las pinturas rojiblancas de los jugadores incitaban a la batalla. Todo el estadio cantó a coro el himno de El Arrebato, ¡qué ambiente!, y enmudeció con el 0-1. A Mourinho le daba resultado el «trivote», con Xabi, Lass y Khedira, más destrucción y contención que creación, un obstáculo monumental para Perotti, Romaric y Zokora. Sólo Navas encontraba posiciones desde las que centrar, siempre en su banda, con Arbeloa superado. Cuando Navas coge la pelota, en el Sevilla pasa algo. Consigue centrar y no siempre encuentra rematadores. Kanouté ni siquiera incordiaba y Luis Fabiano protestaba más que jugaba. Vio la segunda tarjeta del partido –la primera, Lass, por lesionar a Sergio Sánchez, que se retiró lastimado– y no midió las posibles consecuencias. Undiano obvió sus protestas, que subieron de tono cuando en el minuto 46, en el tiempo añadido, Albiol sacó de dentro, por milímetros, el asistente le anuló un gol que, posiblemente, fue, consecuencia de un fuera de juego suyo no señalado.

El Sevilla afrontó el encuentro con más efectos especiales que efectividad, con más interés que posibilidades, y Casillas no sufrió apenas porque la puntería local estaba desviada. Luis Fabiano cabeceó fuera la más clara y la que entró, según parece después de ver mil veces la repetición televisiva, no se la concedieron. Hubiese sido injusto, porque la polémica nació en fuera de juego.

Martín Cáceres sustituyó a Sergio Sánchez a los 16 minutos, por una lesión, y por otra relevó Renato a Romaric (min 52), el pilar más sólido del Sevilla en la línea media. Dos contratiempos, dos imprevistos, dos titulares fuera, el equipo recompuesto y enfrente un adversario que ni se encogía ni regalaba un centímetro. Los únicos lujos se los permitía Cristiano Ronaldo, que se atreve con florituras y malabares que la mayoría ni siquiera intenta en los entrenamientos. Y eso, para qué engañarnos, en el graderío ajeno molesta.

Como Lass había sido amonestado y se jugaba la expulsión en cada entrada, Mourinho le cambió por Marcelo. Fue entrar el brasileño y el segundo gol casi se cantó: al pase del lateral reconvertido en centrocampista llegó antes Palop que Özil; el apurado despeje del portero lo aprovechó Alonso junto al círculo central para chutar. Salió fuera por poco.

Sin Lass perdió el Madrid consistencia y el Sevilla dominó más; sin embargo, las ocasiones eran madridistas: rozó el gol Carvalho al rematar una excelente jugada de Özil; se lució Palop, y a continuación la chilena de Ramos salió ligeramente desviada. El que fuera su público multiplicó sus insultos hacia este hijo que no es ni predilecto ni pródigo.

Se fue Benzema, satisfecho; también Luis Fabiano, frustrado, y entraron Di María y Negredo. Las oportunidades, de Özil, dos consecutivas, la segunda la despejó Alexis desde el suelo. También Negredo tuvo la suya, que salió fuera. Venció el mejor, el que más llegó arriba, mas no por ello ya está en la final, aunque la pisa.


«Mou»: «El club no está estructurado»
Mourinho no habló en conferencia de prensa antes del partido ante el Sevilla, pero sí lo hizo para la edición digital del diario portugués «O Jogo». «Mou» volvió a quedarse a gusto. «En el Real Madrid hay déficit en la empatía funcional. Para mí, en un club deben trabajar todos con el mismo objetivo y aquí no no sé si conseguiré ganar las batallas de la empatía interna», afirmó en clara referencia a Valdano. No se quedó ahí, fue más lejos: «El Madrid es un club que no está estructurado para la dimensión de la que dispone». También tuvo un recuerdo para el Barça: «Es un producto acabado fruto de muchos años de trabajo con la misma filosofía y la misma idea de juego».


Albiol: «La saqué en la línea».

Albiol se tiró al suelo para salvar el disparo de Luis Fabiano. «La saqué en la línea», dice, pero las imágenes le contradicen porque parece que la pelota entra completamente en la portería.



- Ficha técnica:
0 - Sevilla FC: Palop; Sergio Sánchez (Martín Cáceres, m.17), Alexis, Escudé, Fernando Navarro; Jesús Navas, Zokora, Romaric (Renato, m.51), Perotti; Kanouté y Luis Fabiano (Negredo, m.75).
1 - Real Madrid CF: Casillas; Albiol, Sergio Ramos, Carvalho, Arbeloa; Khedira, Xavi Alonso, Lass (Marcelo, m.56); Özil (Granero, m.85), Cristiano Ronaldo; y Benzamá (Di María, m.68).
Gol: 0-1, M.17: Benzemá.
Árbitro: Alberto Undiano Mallenco (Comité Navarro). Amonestó a los visitantes Lass (m.08), Arbeloa (m.32), Khedira (m.57), Ronaldo (m.58) y Sergio Ramos (m.90), y a los locales Luis Fabiano (m.20), Zokora (m.46), Alexis (m.48) y Fernando Navarro (m.83).
Incidencias: Partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 40.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones pese a la fina lluvia que calló antes del encuentro. Al final del choque tuvo que ser asistido sobre el terreno de juego Iker Casillas, que fue golpeado en la cabeza por un objeto lanzado desde la grada.