Historia

Ceuta

Golpe frontal

La Razón
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Parece que España le tiene mucho miedo a uno de los reyes más ricos del mundo, avaro e insaciable en su obsesión por el lujo, según ese escaparate de las intimidades mundanas, Wikileaks. La enorme fortuna de Mohamed VI contrasta con la pobreza de un pueblo al que le siguen inculcando reivindicaciones falsas. Es la táctica de los sátrapas, entretener con sensibilidades patrias mientras se gobierna a ritmo dictatorial. Nuestro vecino del sur es un claro ejemplo de ello.
Marruecos lanza un golpe frontal en toda regla contra la historia y la dignidad españolas. La tibieza de nuestro Gobierno ante la declaración del Parlamento marroquí instando a recuperar Ceuta y Melilla, coronado por la marcha en Casablanca y la manifestación en las fronteras de nuestra tierra, es la última bofetada del monarca alauita. No es de recibo que la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, responda con su tremenda afonía desde Mar del Plata en términos tan endebles, suaves y timoratos hacia un socio estratégico que, no obstante, se está pasando de la raya.
Los presidentes de Ceuta y Melilla, Juan Luis Vivas y Juan José Imbroda, ambos del PP, han sido más claros que el Gobierno. Ceutíes y melillenses se sienten españoles, a pesar del abandono de nuestras autoridades diplomáticas. España podría presionar a la UE, recordar la gran población marroquí que aquí reside con excelente trato y lanzar un aviso al rey magrebí. Claro que para eso se necesita fortaleza y prestigio. No es el caso de Zapatero.