Conciliación

Esperpento

La Razón
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Acabamos de vivir un auténtico esperpento en la política valenciana. El ya ex-conseller de Economía, Industria y Empleo, Enrique Verdeguer, ha protagonizado un sainete impropio de la imagen y el juicio que proyectan él y quienes le conocen. Precedido de fama seria, experto y eficaz, ha demostrado, sin embargo, falta de realismo y compromiso. En un número inédito, se distinguió desde el primer minuto por su deseo de regresar a Madrid.
Verdeguer no puede poner como excusa el desconocimiento de la situación valenciana o la ausencia de la vida familiar. Ambas cosas debería haberlas calibrado antes de dar el «sí» al nombramiento. Si la razón fue la de falta de valor para afrontar el reto de trabajar por su Comunidad, líbreme Dios de juzgarlo.
La propagación a los cuatro vientos de sus anhelos por abandonar debilitaron su gestión y la del Consell del presidente Fabra. Eso sí, los lloros le propiciaron la bicoca de presidir la empresa ferroviaria Adif. Esperemos que desde allí ayude a ejecutar el Corredor del Mediterráneo, aunque la decisión no es suya. Es de Rajoy. Así es la vida.