ANÁLISIS Guía práctica de los tests

¿Por qué se hacen los test?
– Existe incertidumbre en los mercados internacionales sobre la calidad de los recursos propios y los activos del sistema financiero, que hace aconsejable más información y que ésta sea comparable.

 ¿Qué se trata de medir?
– Las exposición al riesgo; la capacidad de absorber pérdidas en escenarios difíciles.

 ¿Que nivel hay que superar?
– El capital de mayor calidad debe ser superior al 5% de los activos ponderados por riesgo.

¿Y si se suspende?
– Las entidades que suspendan las pruebas tendrán que buscar capital. El Banco de España ya dijo qué bancos y cajas tenían que hacerlo en marzo.

¿Quién marca el límite del 5%?
– El criterio de solvencia lo está pidiendo el mercado, que es el que les financia. Y si no se alcanza un determinado nivel no te prestan dinero.

 ¿Son más duros los test que en 2010?
– Sí. El pasado año no se tuvo en cuenta qué pasaría con una crisis de la deuda soberana.

¿Serán mejores?
– Se hicieron mal. La calma volvió en agosto a los mercados, pero la caída de los bancos irlandeses (que habían aprobados los test) desacreditó las pruebas.

¿Van a calmar los mercados?
– Creo que no. El punto de partida no es el mejor. La Autoridad Monetaria Europea, la institución que ha llevado a cabo las pruebas no tiene ganada aún la credibilidad. No van a tener un gran impacto.

 ¿España no ha podido ganar la batalla de las provisiones?
– Las pruebas están más pensadas para la banca alemana que para las entidades financieras españolas, a las que no dejan computar las provisiones anticíclicas en el capital.

¿Es bueno hacer test todos los años?
– Yo pienso que se van a hacer todos los años. Otra cosa es que los resultados se hagan públicos. Mi impresión personal es que no daña la imagen de nadie. Y en momentos de duda, como los actuales, es imprescindible ser cuanto más transparentes mejor. Cuando los mercados se calmen igual no son necesarias, pero...

 ¿En que se van a seguir fijando los mercados?
– La deuda soberana va a seguir siendo la preocupación general.