E l presidente se volvió a sentir ayer pletórico de sí mismo durante la entrevista que con gran torería le hizo el maestro Herrera. Contagiado por la alegría mañanera que transmite el actual líder de las ondas, Zapatero regresó a su antiguo optimismo exponiendo los fracasos de sus gobiernos como si fueran triunfos. Y así le vimos asegurando que el déficit en 2010 será mejor de lo previsto, que en 2013 estaremos creciendo al ritmo de Alemania o Inglaterra, que ahora hay más personas trabajando en España que cuando llegó al poder, y que pese a la crisis y gracias a su gestión inenarrable este país sigue siendo la novena potencia del mundo.
La culpa del recorte en las pensiones y del aumento de la edad de jubilación hay que atribuírsela al baby-boom del franquismo, y deberíamos empezar a ver con otro prisma el problema del desempleo, porque «siempre ha habido familias con todos sus miembros en paro». También habló de las elecciones. Las municipales de este año casi ni le incumben, porque son cosa de los gobiernos autonómicos y locales. Y sobre las generales, se ríe de los 18 puntos que hoy le saca Rajoy en las encuestas.
El presidente estuvo ayer otra vez sobrado como antaño. Prohíbe el tabaco pese a ser fumador social y, aunque le gustan mucho las corridas, no hizo nada por impedir que algunos en su partido votaran contra ellas en Cataluña. Genio y figura.