Cataluña

Rubalcaba alerta contra la subida del PP

El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró este sábado en un acto electoral que compartió con José Montilla en Gerona que "si hay algún riesgo para el autogobierno de Cataluña, aunque sea remoto, se llama PP".

Rubalcaba acusó a la "derecha nacionalista y española"de estar ocultando su verdadero proyecto y atribuyó a esta intención la "gravísima"decisión de CiU de rehusar los debates televisivos con Montilla. Según el vicepresidente, CiU quiere pasar de puntillas por la campaña electoral porque las encuestas le son favorables, mientras que al PP "le va muy mal que los ciudadanos se acuerden de lo que son, y de lo que han hecho".

Aseguró haber oído que "en la intimidad llaman a Rajoy `el catalán´"y pidió "`mucho cuidado!", porque "cada vez que el PP habla del catalán y de la intimidad, es que están fraguando un pacto con CiU". Exigió "que lo aclaren"porque "si hay algún riesgo para el autogobierno de Cataluña, aunque sea remoto, se llama PP".

Es esencial, por tanto, que aclaren su política de pactos. "Que mande o que influya el PP"en el futuro gobierno de Cataluña es "relevante y por eso lo tienen que aclarar". Rubalcaba recordó que "el PP hizo mucho contra el Estatuto y mucho contra Cataluña"y ahora, en campaña, "les incomoda eso de la catalanofobia", justo en el momento en que "tienen que explicar porqué hicieron tanto daño a Cataluña y a España. Ahora es el momento.

Ahora lo tienen que explicar". En vez de eso, "hacen videojuegos, y más allá de los tintes xenófobos y racistas, es una falta de respeto. ¿Ustedes creen que algún catalán les va a dar su voto por hacer un videojuego racista?", se preguntó.

Increpado por el conflicto saharaui
Rubalcaba, que hizo un llamamiento expreso a la movilización de los ciudadanos para que voten el próximo día 28, tuvo que escuchar durante su intervención gritos de "`Sahara, libertad!"de un grupo de jóvenes, que fueron expulsados del recinto. El vicepresidente zanjó el asunto defendiendo su derecho a expresarse y afirmando: "No pasa nada, no pasa nada".

Insistió ante sus compañeros del PSC que en estas elecciones "si no vas a votar, estás votando"y en que es importante transmitir a las nuevas generaciones que derechos como la educación o la sanidad no existieron siempre y "son reversibles", como ocurrió con la "depauperada"sanidad británica cuatro años depués de la llegada al gobierno de Margaret Thatcher. Si esos derechos no se cuidan, insistió, "se puede volver atrás"y es "importante que les digais a los jóvenes que las cosas no siempre han sido así y que si no se vota, se da un cheque en blanco a los que quieren retroceder".

Según Rubalcaba, el PSOE y el PSC representan las políticas progresistas y sociales que pueden garantizar una salida de la crisis en la que "nadie se quede atrás". En unas elecciones, dijo, un pueblo se juega su futuro,y ahora más todavía. "De una crisis nunca se sale como se entra, y se puede salir por la derecha o por la izquierda, olvidándose de los que se quedan atrás, de los más débiles o se puede salir todos juntos"y es precisamente esa orientación la que se decide el próximo día 28.

Recuerdo de Ernest Luch
Rubalcaba abordó su discurso desde la sensación "agridulce"que le provocaba el recuerdo de Ernest Lluch, asesinado por ETA, que fue homenajeado por el PSC justo antes del mitin. De él destacó su "inteligencia, su cercanía, su capacidad intelectual, su tolerancia y su socialismo", frente a sus asesinos que "serán siempre unos miserables". En un tono íntimo relató una parte anecdótica de su relación.

Cuando Lluch era ministro de Educación y Rubalcaba director general, le llamaba cada lunes que el Barça vencía y el Real Madrid resultaba perdedor. "Tenía esa malísima costumbre", pero cuando "te llama el ministro de Sanidad ¿quién no se pone?". Un día "me suena el teléfono a las 8 de la mañana"y en vez del revolcón deportivo que se esperaba, Lluch le anunció: "Han descubierto una cosa fantástica para la caída del pelo y al cabo de unas horas me llegó un paquetito. No tenía razón, es evidente", pero la anécdota le retrata como "el hombre afable"que era.

Tras retratarlo como un hombre de convicciones, insistió en que ese tipo de socialistas que representa Lluch "somos los mismos, y no podemos olvidar nunca que somos los de la educación obligatoria, los de la sanidad para todos, los que nos preocupamos por los que no pueden valerse por sí mismos".