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«Con o sin lluvia el Papa será recibido como agua de mayo»

«Me gustaría que Benedicto XVI se llevara el recuerdo de la mirada emocionada de los gallegos»

 
 larazon

- Si yo fuera presidente de la Xunta, a juzgar por las cifras, me gustaría que todos los años fueran Xacobeo...
-A pesar de las perspectivas difíciles de la economía en España y de que apenas tuvimos tres meses para preparar el Xacobeo desde que tomamos posesión, desde el punto de viajeros ya tiene un récord. En la primera semana de agosto ya se había superado el número de peregrinos que habían hecho el Camino de Santiago a pie o a caballo con respecto a cualquier otro Año Santo. El broche perfecto es recibir ahora al peregrino más ilustre en unas horas.

-¿De ahí que el lema gallego para este viaje sea «Camiño do Papa»?

-Es todo un honor que Benedicto XVI el 1 de marzo de 2010, el día en que tenía el aniversario de las elecciones, nos recibiese en el Vaticano al arzobispo y a mí y nos confirmarse en un perfecto español que vendría a Santiago el 6 de noviembre. Hablando con el secretario de Estado y otras autoridades de la Santa Sede, me corroboraron que el Papa tenía mucho interés de celebrar una misa en la catedral de Santiago. Qué mejor que aprovechar un Año Santo para que nos visite el Padre de la Iglesia porque hasta 2021 no hay otro.

-Lástima que la eucaristía no pueda ser dentro...

-El problema es que tampoco tenemos aforo suficiente fuera, y eso que hay sitio para 7.500 personas. Aun así, la plaza del Obradoiro está identificada desde hace siglos con la propia catedral.

-¿Qué impresión le dejó el Papa en aquel encuentro?

-Es un hombre de una enorme cercanía y sencillez. La verdad es que, si alguien podía pensar que por el hecho de ser un sacerdote alemán había más rigidez, se equivoca. Tiene una bondad en su expresión reseñables. Yo siempre le estaré agradecido a Benedicto XVI por venir a la Península Ibérica a cinco sitios distintos en el mismo año: Oporto, Lisboa, Fátima, Santiago y Barcelona. Ya estaba confirmada la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid en 2011 y era muy difícil que el Papa volviese al mismo país unos meses antes. Galicia le estará eternamente agradecida al Santo Padre. No lo olvidaremos.

-Hay quien cree que el Papa viene tanto a España porque el país lo necesita. Otros opinan que es fruto de la capacidad organizativa de nuestro país. ¿En qué grupo se incluye?

-Responder a eso le corresponde al Papa. El porqué de su viaje sólo lo sabe él, yo no soy su intérprete. Lo que sí está claro es que hay que agradecer a la Conferencia Episcopal, al arzobispo compostelano y al cardenal Rouco su colaboración para que Benedicto XVI quisiera realizar este viaje.

-Dicen que va a llover. ¿Verá entonces a Santiago en su plenitud?

-Hace unos días anunciaban un 90 por ciento de lluvias, pero a lo largo de la semana ha ido bajando la probabilidad. Con lluvia o sin ella, el Papa será recibido como agua de mayo. Los gallegos van a estar desde las ocho de la mañana y esperamos 200 millones de telespectadores que reciban la señal por la televisión gallega gracias a un despliegue de 500 profesionales, 14 horas de emisión, 19 unidades móviles y 55 cámaras con este acontecimiento. Estarán metidos en la plaza del Obradoiro con una nitidez como la que verán los propios peregrinos que estén en la plaza. Todos ellos serán testigos de un hecho que data del siglo XI: unos peregrinos, que probablemente sin ser conscientes de ello, conformaron lo que es hoy la Unión Europea.

-El presidente de la Xunta estará encantado de recibir a esos 200 millones...

-Sin duda alguna. De momento, este año han pasado por Santiago ocho millones de viajeros, que era nuestra previsión más optimista, frente a los 5 millones de 2004 con un 30% menos de presupuesto. La austeridad ha calado en nuestro proyecto.

-Pues hay quien lo acusa de gastarse demasiado en el viaje papal.

-Desde el respeto les diría que se equivocan profundamente y que tengan perspectiva histórica. Estamos ante un jefe de Estado y un líder religioso mundial en el que confían millones y millones de personas en todo el mundo. Sin duda, la mayoría de los ciudadanos, sean o no católicos, están a favor de que el Papa visite España.

-Con los datos en la mano, que venga Benedicto XVI sale rentable...

-Sin duda, pero no quiero caer en ese planteamiento mercantilista. Aun así, el estudio más reciente de la Universidad de Santiago cifraba en 25 millones de euros los ingresos.

-¿Y los réditos espirituales?

-También serán grandes. Estamos en un estado laico, pero eso no significa que los ciudadanos no puedan tener sus creencias y exteriorizarlas. Todos los católicos tienen derecho a expresar su fe en público. Lo que tenemos que hacer desde las instituciones es respetar esa fe de los demás, se participe de ella o no, de la misma manera que respetamos los derechos civiles.

-Se presupone que el Papa hará referencia a las raíces cristianas de Europa. ¿Por qué a algunos les cuesta tanto reconocer que los valores de la sociedad en la que vivimos manan de esas máximas evangélicas?

-Probablemente porque cuando la Historia no sigue sus planteamientos ideológicos, no quieren admitirla. En ese sentido, aquí tenemos una catedral que, además de ser una joya arquitectónica sin paliativo, es un referente en todo el mundo por una creencia religiosa. Así se palpa en los millones de personas que han hecho el Camino este año.

-¿Qué imagen le gustaría que se le quedara grabada a Benedicto XVI de Santiago?

-Me gustaría que se llevara el recuerdo de la mirada emocionada de los miles de gallegos a los que tenga la oportunidad de mirar a los ojos y que harán guardia durante toda la noche y al amanecer simplemente para verle pasar un instante. Ésa es la imagen de Galicia. Estoy seguro de que además se le quedará en la retina todo el casco histórico.

-¿Cómo ve esa batalla para contabilizar cuántas palabras dirá en castellano, catalán o gallego?

-Es evidente que en Galicia hay un biligüismo cordial y el Santo Padre utilizará ese bilingüismo cordial que en Galicia practicamos la inmensa mayoría. Yo mismo le regalé el Códice Calixtino traducido al gallego cuando fuimos al Vaticano y sabía que en nuestra tierra tenemos nuestra lengua gallega. El que utilice ese bilingüismo es el fiel reflejo de la cordialidad lingüística del pueblo gallego.

-¿Duerme mejor el presidente de la Xunta sabiendo que no hay una tuneladora del AVE debajo del Obradoiro?

-Aquí vivimos ansiosos de que llegue el AVE, pero la estación no está en las inmediaciones del casco. Este año no ha habido avances, del compromiso de 3.100 millones, sólo se han licitado 100.


El corazón de Europa
Desde que hace seis meses la Santa Sede confirmara que Benedicto XVI peregrinaría a Santiago de Compostela, el presidente de la Xunta y todo su Gobierno se han volcado para que el engranaje organizativo funcione a la perfección. Un sobresfuerzo que, dice, no le ha pasado factura físicamente ni le ha restado ilusión. «A nosotros nos gustaría que el Papa viniera, al menos, una vez cada cuatro años», comenta, a la vez que reitera que «todo está listo para que Benedicto XVI conozca Santiago de Compostela, uno de los corazones de Europa». ¿Incluida la empanada y el pulpo? «Parece ser, y quiero felicitar a la Iglesia compostelana por su buen criterio, que le van a ofrecer un menú ligero en cantidad y austero en precio, pero íntegramente gallego. Eso también forma parte de la peregrinación», explica Alberto Núñez Feijóo (Orense, 1961), que mañana vivirá uno de los momentos más emocionantes de su vida política y, a buen seguro, personal.


Un trabajo «constante y fructífero»
En los días previos a la visita de Benedicto XVI, la agenda de Núñez Feijóo se multiplica. Ayer, además de recibir a un grupo de peregrinos discapacitados encabezados por el cantante Serafín Zubiri, el presidente de la Xunta inauguró en Centro Internacional de Prensa, que acogerá a los más de 1.500 periodistas que se desplazarán en Santiago. También quiso reconocer el esfuerzo realizado por los voluntarios de Protección Civil (en la imagen), que velarán por la seguridad de todos los peregrinos. Núñez Feijóo ha destacado la relación «constante y fructífera» entre las instituciones implicadas en la organización de la visita y ha instado a los hoteleros que tengan habitaciones disponibles a «informar» para que nadie se quede sin alojamiento en la ciudad.