África

Trípoli

La OTAN y los aliados europeos se lavan las manos

Italia, Malta, Francia y la OTAN se pasan la patata caliente que supone el haber abandonado a una embarcación que fue durante 16 días a la deriva cargada con 72 inmigrantes, de los cuales sólo sobrevivieron once.

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La nave, que zarpó del puerto de Trípoli el 25 de marzo y se dirigía a la isla italiana de Lampedusa, recorrió durante ese tiempo una de las zonas más militarizadas del Mediterráneo. Según los supervivientes, un helicóptero militar sobrevoló la embarcación y sus pilotos entregaron botellas de agua y paquetes de galletas a los viajeros. Les dijeron que mantuvieran el rumbo y que pronto llegaría una nave de rescate. Ni Malta, ni Italia ni la OTAN, responsable de coordinar la misión internacional contra el régimen libio del coronel Muamar Gadafi, en la que participan veinte naves militares de países de la coalición, reconocen ahora que el helicóptero fuese suyo.

Los inmigrantes, en cambio, aseguran haber pasado muy cerca de un portaaviones, que según «The Guardian», podría tratarse del «Charles de Gaulle», de bandera francesa. Dos aeronaves despegaron del buque y sobrevolaron la embarcación, pero no ofrecieron ayuda alguna ni hicieron ninguna indicación a los indocumentados. El Estado Mayor galo, como el resto de posibles implicados, también niega cualquier responsabilidad. El portavoz del Estado Mayor del Ejército, Thierry Burkhard, aseguró que ni el «Charles de Gaulle» ni ninguna otra embarcación francesa que participa en la misión de Libia encontró una nave a la deriva cargada de inmigrantes. Es una información «falsa», el portaaviones «nunca estuvo en esa zona, nunca encontró emigrantes en apuros», recalcó. «Duele que se pueda pensar que marinos franceses no socorrieron a náufragos en dificultades», agregó Burkhard.

Por su parte, la OTAN tacha de «totalmente infundada» la información de «The Guardian» y asegura que durante esos días sólo había un portaaviones bajo su mando, el «Garibaldi», de bandera italiana, el cual estaba a «más de 100 millas náuticas» de esa zona. «Las unidades de la OTAN implicadas no vieron ni escucharon nada sobre ninguna embarcación en la zona en la que estuviera en peligro la vida de personas en el mar», afirmó Carmen Romero, portavoz de la organización, quien recordó que sus efectivos son «plenamente conscientes de sus responsabilidades con respecto a las leyes marítimas internacionales sobre el salvamento de vidas en el mar». En todo caso, la Alianza anunció que ha abierto una investigación sobre los hechos.