Asia

Kabul

EL ANÁLISIS: Avances en el frente

La Razón
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- ¿Existe riesgos de un atentado importante su suelo norteamericano?
–Aunque existe el riesgo de un ataque a pequeña escala con capacidad de infundir terror en la población –como el vivido con la masacre en Ford Hood, la mayor base militar del país, en Texas–, en la última década no se ha producido un atentado como el del 11-S. Podemos decir, por tanto, que estamos más seguros. Sin embargo, siempre habrá terroristas dispuestos a matar. Por eso, no podemos bajar la guardia y debemos seguir atentos.

- ¿Cuáles son los logros más importantes en Afganistán?
–Afganistán bajo los talibán era un país roto y sin futuro. La situación allí es ahora muy distinta a la que había en 2011. Las fuerzas norteamericanas y de la coalición han hecho progresos significativos gracias, especialmente, al aumento de tropas en las zonas meridionales del país durante 2010. Los talibán han perdido sus principales santuarios en estas zonas y su capacidad para adquirir, transportar y fabricar explosivos ha quedado reducida. Hay que resaltar los esfuerzos para establecer programas de seguridad a nivel local en puntos clave. Aunque el sur ha sido tradicionalmente un santuario de la insurgencia, las fuerzas de EEUU y de la coalición han sido capaces de detener a los combatientes y empezar a abordar las necesidades de la población local.

- ¿Se puede imponer por la fuerza una democracia en Afganistán?
–El presidente Obama dijo claramente que nuestros objetivos en Afganistán son desmantelar y derrotar a Al Qaida e impedir que el país se convierta en un santuario para grupos terroristas. Afganistán es un democracia nueva, así que los afganos necesitan tiempo para confiar en las autoridades de Kabul. Hay frustración por los niveles de corrupción y sentimientos de aislamiento y desconfianza entre la población. Las mejoras vendrán con una mayor participación en instituciones representativas en las zonas Pashtun. No se trata de imponer por la fuerza una democracia en Afganistán sino reconocer que las instituciones representativas a nivel local son la única vía para hacer frente al descontento de la población y para proporcionar servicios básicos a la gente que los necesita.