Ya lo he probado: El masaje de los sentidos

Aceites esenciales de avena, jojoba, lavanda, naranja o sésamo ayudan a abrir los canales energéticos mientras los terapeutas amasan cada músculo para que el cliente alcance un estado de máxima relajación.

¿En qué consiste?
Es una técnica basada en la acupresión, que beneficia cuerpo y mente, consiguiendo un equilibrio entre ambos. El tacto: cada movimiento de las manos obedece al ritmo y a la intensidad de la música. El ritmo es constante y cada paso sigue con naturalidad al anterior, en continuo contacto con quien recibe el masaje. En ningún momento ni la temperatura ni la energía pueden verse alteradas. El oído: «Fariolen Manila Ambiences», compuesta por una selección de piezas de meditación y relajación, reunidas en un CD y reproducidas por la tecnología más avanzada. Las cabinas están dotadas de equipos de sonido Bang & Olufsen.

El olfato: la peonia, flor asiática símbolo del lujo y de la indulgencia, es el aroma, presente en todos los masajes a través de la utilización de velas aromáticas. La vista: la cabina está habilitada y personalizada con las condiciones óptimas para un perfecto y completo servicio (ducha, albornoz, toallas...). El gusto: su exclusivo Té Fariolen Manila sorprende, no sólo por su sabor, sino también por los beneficios que aporta . Es la dosis necesaria de energía requerida después de cada tratamiento.

¿Para quien?
En definitiva, son masajes energéticos orientados para toda persona sometida a fuertes cargas de estrés o una gran actividad física. Además es ideal para conciliar el sueño y para descargar la zona de la espalda.

Puede mandar sus consultas a: boiramarta@gmail.com