Che Guevara en Marruecos

La oposición salió ayer a la calle en Casablanca para exigir reformas y reivindicar más democracia a Mohamed VI. No hay que olvidar que Marruecos no es una democracia, sino una ficción que se gobierna desde palacio. Es un país al servicio del rey y las élites dirigentes, que son sus amigotes. Hay una oposición tolerada, pero sobre todo controlada. El rey se considera descendiente del Profeta y, por tanto, con una especie de unción religiosa que le permite tener un ascendiente adicional sobre su pueblo. Lo mejor y más moderno es que fuera una república laica. Lo que me sorprendió es una imagen del Che Guevara entre las pancartas de los manifestantes. Los años pasan y hay quien le sigue considerando un incono político cuando era un criminal sanguinario. Hace unas décadas conocí al comandante Rolando Cubelas, el auténtico líder del Directorio Revolucionario, y me aclaró quién era el Che. Es una lástima que las mentiras sobre el personaje se mantengan con el paso del tiempo.