Nacho Duato hará 200 funciones en Rusia por Jesús Mariñas

Parece que el bailarín ha superado su berrinche, consecuencia de un capricho ministerial aún sin explicar. Duato era un clásico, titular vitalicio en una formación que siempre se ha movido por las voluptuosidades del director de turno. Le reencontré exultante, con su gancho físico de siempre, desbordaba simpatía y estaba dispuesto a sentar sus reales en San Petersburgo a principios de 2011. Dirigirá el ballet oficial ruso. «Dispongo de 140 bailarines y 150 músicos para montar 200 espectáculos cada año. Estoy muy ilusionado», anticipaba. Otro bailarín que emigra. No hay manera de que se asiente aquí porque las altas esferas desconocen cómo mantener compañías estables en nuestro país. La Compañía Nacional de Danza es un milagro de la supervivencia.
Otro que proyecta cambiar al son de «Año Nuevo, vida nueva» es David Bisbal. Se muda pero dentro del propio Miami, me aseguró delante de Paco León y Lluís Homar, en la fiesta aniversario de los Premios «Shangay», donde la Terremoto de Alcorcón revalidó su histrionismo. Ana Torroja evidenció que cualquier tiempo pasado fue mejor. Es inaceptable su ralentización de «Mujer contra mujer». Su peinado tampoco la ayudaba, aunque sexy, parecía una ventolera: «Quiero dar un giro de 180 grados a mi carrera. Hacer música más rotunda, cálida y tropical. Voy a probar con la salsa, a ver cómo funciona», aventuró tan cargada de optimismo como Duato: «San Petersburgo es una ciudad muy acogedora y llena de belleza. Allí me encuentro como en casa», concretó el bailarín en la barcelonesa gala en favor de la lucha contra el sida que organizó Bonaventura Clotet, el máximo investigador español de este mal. Recaudaron casi 400.000 euros en un evento que presentaron Eugenia Silva y Miguel Bosé. Los asistentes a la cena tuvieron que pagar 500 euros por cubierto, pero la causa lo merecía. El hotel W, que diseñó Ricardo Bofill, vivió una de sus noches más concurridas. A pesar de la belleza del edificio, el emblemático edificio supone una grave infracción de la Ley de Costas. Está construido sobre el Mediterráneo. Se ha convertido en una emblemática construcción de la Ciudad Condal, pegado al Club de Natación Barcelona, que frecuentaba hace años. Allí coincidía con los atléticos padres de Federico Gallo y Alberto Olivares.