Constitución

Suspense en el PSC

Los socialistas catalanes no garantizan su apoyo a la reforma constitucional
Los socialistas catalanes no garantizan su apoyo a la reforma constitucionallarazon

Madrid- Por si las múltiples discrepancias en el seno del PSOE debido al acuerdo con el PP por la reforma constitucional no fueran suficientes, los socialistas se encuentran ahora con que el sector catalán del partido no parece muy conforme con el texto acordado finalmente. Así lo hizo saber ayer el líder del PSC en el Parlamento catalán, Joaquim Nadal, que evitó apoyar públicamente la reforma, y anunció que su partido no decidirá su posición hasta la Ejecutiva que celebrará el próximo lunes. En este sentido, Nadal argumentó que los socialistas catalanes no se pueden pronunciar taxativamente hasta saberse «el detalle total del acuerdo y los detalles de la negociación con los otros partidos». Pese a todo, el líder de los socialistas catalanes reconoció que el acuerdo es «mejor del que se había insinuado inicialmente» porque es más genérico y evita fijar limitaciones presupuestarias precisas en la Constitución, aunque afirmó comprender las circunstancias que les han llevado a tomar la decisión, calificó de insólita y muy rápida la reforma emprendida por PP y PSOE y avisó que el método para controlar el déficit de las comunidades autónomas se puede establecer «perfectamente» al margen de la Constitución.
No obstante, Joaquim Nadal insistió en que «deberemos evaluar exactamente de dónde viene la decisión, quién propone y quién impone las circunstancias» antes de decidir si finalmente los 25 diputados del PSC respaldan en el Congreso el texto acordado por los dos principales partidos políticos.
En cualquier caso, la aprobación definitiva del texto en la Cámara Baja no correría peligro alguno, aunque finalmente el sector catalán del PSOE votara en contra. Los 25 diputados del PSC, sumados a los restantes parlamentarios de CiU, IU, PNV y BNG que ya han mostrado su intención de votar en contra, no sumarían en ningún caso los 140 escaños con los que la reforma podría paralizarse.