Juegos Olímpicos

Londres

El enigma Bolt

Derrotado en las dos últimas carreras por Yohan Blake y superada su lesión, en Londres llega su momento

El enigma Bolt
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Londres- Usain Bolt es de momento una sombra en Londres. Algunos carteles por la ciudad anuncian su presencia. También, por ejemplo, la dedicatoria de un gol de Neymar, en la que repitió el gesto que suele hacer el atleta para lanzarle el mensaje de que quiere un autógrafo suyo. Todos le esperan. Está en el ambiente más que en persona. Su aparición en la ceremonia inaugural es de las pocas noticias que se han tenido de él. Incluso faltó al entrenamiento público que había planificado el equipo jamaicano. En la inauguración se presentó sonriente y feliz, despreocupado, como suele ser él, pese al reto mayúsculo que tiene por delante en los próximos días.

El atletismo es el deporte rey en los Juegos y Usain Bolt es el rey del atletismo. La figura de Phelps va desapareciendo para dar paso a la de Bolt. El agua cede protagonismo al tartán, que arranca hoy y que el domingo a las 22:50 horas tendrá su punto culminante con la final de los 100, aunque en esta ocasión ciertas dudas rodean la participación del astro caribeño. Bolt ha perdido las últimas dos carreras que ha disputado (una de 100 y una de 200), contra su compatriota Yohan Blake, que tiene las mejores marcas del año en ambas distancias. Después se borró de la prueba de la Liga de Diamantes en Mónaco, donde había anunciado su participación, y se conoció que tenía unos problemas en la espalda que le estaban impidiendo rendir al ciento por ciento. No hay pistas para saber su estado de forma, sólo lo que dijo él.
«Estoy listo y me siento feliz», aseguró en su comparecencia pública previa al comienzo de los Juegos, en la que también desmintió que se llevara mal con Yohan Blake. «Todo el mundo sabe que lo importante es Londres, no las pruebas de clasificación», amenaza Usain. Su verdugo hace apenas un mes comparte con él entrenamientos y entrenador (Glen Mills) y todavía le mira con admiración, como él hacia con Asafa Powell, al que poco después consiguió derrotar. Los tres buscan un podio plenamente jamaicano en la final de los 100. El pensamiento de Bolt va un poco más allá. «Quiero ser una leyenda», repite constantemente. En realidad ya lo es por los récords que tiene, pero si consigue retener su corona en los 100 y en los 200 habrá logrado lo que nadie antes. Carl Lewis retuvo la de los 100 (1984 y 1988 después del positivo de Ben Johnson), lo mismo que Gail Devers (1992 y 1996). Verónica Campbell lo logró en los 200 (2004 y 2008), pero nadie lo ha conseguido en ambas carreras. Después podría disputar el relevo. «Siempre estoy listo», amenaza. Sus palabras de confianza se mezclan con otras más ambiguas: «Si pierdo, no es el fin del mundo». El enigma se resolverá en breve.

Otra incógnita es saber cómo llega Kenenisa Bekele, el rey del fondo destronado; si Isinbayeva logrará su tercer oro en pértiga; si Rudisha logrará el récord del mundo en 800 o el duelo Xiang-Robles en 110 vallas. Que empiece el espectáculo.