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India

Encerrados con Shayamalan

M. Night Shyamalan sigue siendo un tipo tan simpático y tan indio como cuando visitó España para presentar, creo, «El bosque» (2005). Hace unos días, pisaba fugazmente Madrid para hablar con alegría de «La trampa del mal», de Jophn Erik Dowdle, que, basada en una historia suya y producida con dinero también propio, inagura una serie de películas de terror que ha decidido llamar «Las crónicas de la noche»

 
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Qué miedo, aunque él asegure que el mal no le atrae para nada: «Lo que me interesa es cómo la inocencia se encara a éste», comenta con una sonrisa que da gusto. En la cinta, cinco personajes sufren en carnes propias una de las peores pesadillas para millones de hombres y mujeres: quedar atrapados en un ascensor: «La historia me la contó mi abuela. Entonces pensé que era cosas de viejas, pero luego descubrí que se trata de algo que puede suceder delante de tus propios ojos...», afirma, enigmático.

Dios y el Demonio

Hay un problema, un problema serio, añadido: uno de los protagonistas no es lo que parece... «Al principio le dije a los estudios que deseaba hacer una película sobre el Diablo para demostrar la existencia de Dios», confiesa Shyamalan, quien añade que decidió ofrecer relatos suyos para que los realizaran otros colegas porque «no tenía tiempo de volcarlas personalmente en la gran pantalla. Hay ya otras dos en marcha, y tienen en común que son de suspense, sobrenaturales, y que plantean situaciones interesantes. Una la dirige Daniel Stamm, el autor de "El último exorcismo", y trata sobre la reencarnación. Busco autores –enfatiza desde su camisa blanca impecable y su corbata gris perla– que sepan contar una cinta de forma tranquila y controlen todos los aspectos técnicos». A lo que añade: «Pretendo ver en pantalla lo que me interesó de cada relato, las maneras la dejo en manos de los realizadores. Aunque les hago sugerencias que pueden recordar obras mías anteriores».

Y el autor de «El sexto sentido» reconoce, no sin provocarnos una sorpresa considerable, que le da miedo «todo. Hasta mudarme de casa, porque me recuerda un filme que vimos mi mujer y yo, "Paranormal Activity", nos horrorizó... Y lo que no ves al completo, como sucedía en "El orfanato"y aquel niño con una máscara y del que no sabías qué estaba pensando». En cuanto a la espiritual «Más allá de la vida», de Clint Eastwood, reconoceque «no la he visto aún, aunque tengo ganas. Me han comentado que, en efecto, por su temática está dentro de mi área de atracción...». Y este gran amante de la serie B («lo adoro, ha tenido una gran influencia en mí»), se levanta, alisa las inexistentes arrugas de su perfecto pantalón, nos da la mano y se marcha. Seguro que ya maquina algo nada bueno...


Viva la Serie B
Marcianos, fantasmas, superhéroes desvalidos... Es verdad, la filmografía de este cineasta afincado en EE UU pero originario de India está muy influido por el cine de serie B, que Shyamalan reconoce entusiasmarle. Como al público la mayoría de sus películas: «El sexto sentido» (1999), por ejemplo, recaudó casi 300 millones de dólares sólo en EE UU, mientras que «Señales» (2002) superó los 400 en todo el mundo. De «La joven del agua», sin embargo, mejor ni hablar.