Medidas económicas

Economía y Smiley

La Razón
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El golpe de efecto dado por la banda de Smiley esta semana es tan osado como económico. Es audaz por lo que tiene de rostro impenetrable el vender ahora que nuestros pesares están a punto de aliviarse gracias al Gobierno remodelado esta semana. Pero la economía es crucial porque Smiley se apresta a perpetrar la mayor de sus mentiras económicas, y a sostener que, así como la crisis fue culpa de otros, la recuperación será mérito suyo. Si logra que un porcentaje benévolo de españoles se trague este camelo podrá recortar distancias con la pandilla de Barbie y, cabalgando a lomos del renacimiento económico, confiar en que esa recuperación, combinada con un posible final de ETA, acabe por atornillarlo en Moncloa al menos otro cuatrienio. ¿Difícil? Desde luego, pero no imposible, y especialmente no para individuos de esta calaña, gente correosa como Rubalcaba, muy capaz de proclamar con toda solemnidad la necesidad urgente del pueblo español de contar con un Gobierno sincero. Notemos también que llega un economista al gabinete: Valeriano Gómez, hombre temeroso de Dios y sobre todo temeroso de la libertad, condición imprescindible para ser ministro de Trabajo. Ha empezado bien, declarando que él acudió a la manifestación convocada por los sindicatos en contra de la reforma laboral, pero que está a favor de la reforma laboral.