Nueva York

Aumenta el número de muertos mientras siguen las labores de rescate

Una de las calles devastadas por el huracán en Nueva Jersey
Una de las calles devastadas por el huracán en Nueva Jerseylarazon

NUEVA YORK- Una vez que ha pasado el huracán «Sandy», los equipos de rescate intensifican sus esfuerzos para ayudar a los damnificados. Mientras, aumenta la cifra de fallecidos conforme los servicios de emergencia asisten a los que se han quedado atrapados en sus casas o fueron sorprendidos por las inundaciones. Al cierre de esta edición, la cifra de fallecidos se elevó hasta los 87, aunque las autoridades reconocieron que este número podría aumentar en las próximas horas. Por otra parte, los neoyorquinos escucharon ayer de nuevo el sonido habitual del metro, aunque en parte de la ciudad todavía reinaba el silencio tras la catástrofe. Este servicio de transportes sigue interrumpido entre la zona que cubre la calle 34 de Manhattan hasta el sur de la isla. Los túneles que utiliza el suburbano para llegar desde Brooklyn a Manhattan siguen cerrados. Para desplazarse desde este barrio a la Gran Manzana, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, ha dispuesto una línea de autobuses que deja a los viajeros en la concurrida plaza de Times Square. También la nueva norma para llegar a Manhattan en automóvil es que los coches deben estar ocupados, al menos, por tres personas. Al clima de incertidumbre por desconocerse el número exacto de víctimas, se añaden las tensiones en las colas de espera para repostar el depósito de los coches con gasolina. El sistema eléctrico de la ciudad que nunca duerme no ha sido restaurado en su totalidad desde el paso de «Sandy». De momento, las autoridades han anunciado que Manhattan tendrá que esperar hasta mañana para recuperar la luz. En el Estado vecino de Nueva Jersey, al otro lado del río Hudson, la situación es algo más complicada. Aún no funcionan los semáforos, por lo que el caos es difícil de gestionar, aunque los conductores se ceden el paso unos a otros por turnos. Mientras restaurantes y cafeterías siguen cerrados, las farmacias atienden a sus clientes sin descanso. En las zonas más afectadas y sin corriente eléctrica de Nueva Jersey, las autoridades han emitido un toque de queda entre las siete de la tarde y las siete de la mañana para evitar más accidentes hasta que recuperen la luz. Mientras, algunas personas han decidido abandonar el arrasado Estado y se han trasladado a Washington o Pensilvania.