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Dos bodas con Mario

Alaska y Vaquerizo se casaron hace 12 años y repitieron ayer

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Ella no iba de blanco, él no llevaba chaqué. No era una boda al uso. Ellos tampoco son convencionales. De hecho, Alaska y Mario Vaquerizo ya pasaron por el altar en 1999 en la ciudad de los casinos, y ayer, volvieron a hacerlo, pero esta vez en Madrid y en el Registro Civil.

El pasado 13 de mayo, Olvido Gara y su marido comenzaron un nuevo tipo de reality : la cadena MTV recogió las ideas que ellos mismos desgranaban en su blog mientras preparaban su segunda boda. El programa estuvo durante ocho semanas siguiendo su vida las 24 horas del día. Se les pudo ver en imágenes al levantarse y recibiendo visitas de sus amigos: Carmen Lomana, Fabio McNamara, Loles León o Bibiana Fernández. Para ambos este fue el principio, aunque las razones para casarse no son sólo sentimentales y sociales. «Con los años adquieres compromisos económicos conjuntos, bienes y patrimonio, que si ocurre algo, dejas un buen marrón al otro», aseguró la artista.


Prueba de convivencia
Además, el propio programa –que pretendía mostrar su lado más humano– sirvió para que los dos se dieran cuenta de lo importante de la convivencia . Según Alaska, Mario en la vida doméstica «mantiene esas dos personalidades contrapuestas. Por un lado es un obseso del orden y la limpieza, y, por otro, es un ser cariñoso que hace muy fácil eso tan difícil que es compartir la vida. Siempre se levanta de buen humor». En el caso de Mario, se descubre la pasión, ya que explica que Olvido «es la mujer perfecta, por todo: por su cabeza, su constancia, su infinita capacidad de trabajo y por ser alguien que siempre ha hecho lo que ha querido. Además tiene las medidas perfectas, la estatura ideal y la edad idónea para conseguir que no le quite el ojo de encima y sea la única fémina capaz de llevarme al altar».

También en el propio programa pudimos ver parte de los preparativos de la boda, como las citas con David Delfín, que cosió el traje de Mario, y con Juan Gatti que diseñó las invitaciones. La boda llamó la atención de los medios de comunicación, que sólo pudieron retratar a los novios y a algunos familiares, ya que la celebración con sus amigos más íntimos será durante el fin de semana. A la salida del enlace declararon que habían pensado en una boda por la Iglesia, «porque nos encanta la estética religiosa», pero no lo hicieron «por respeto».

Alaska acudió con un vestido rojo ajustadísimo con escote de corazón fingido, flores y zapatos a juego, medias de rejilla y tocado negro con plumas rojas y negras. Vaquerizo, lució un traje negro, camisa blanca y, por supuesto, la melena suelta.