
Getafe
Un nuevo «mercado de la muerte»
Los «camellos» de la «rave» del Monasterio ofrecieron estramonio gratis. Su objetivo era enganchar a jóvenes para luego venderlo en otras fiestas

«Probad, es un licor casero natural. Tiene un efecto parecido al de las setas alucinógenas, no pasa nada». Éstas fueron las palabras que utilizó Iván M. G para que Alberto del Olmo, Pablo Echegoyen, Álvaro L. G y otro amigo bebieran una infusión de estramonio, una planta altamente tóxica que si se ingiere en grandes cantidades –40 ó 60 gramos– produce fuertes alucinaciones, delirios, ataques de ansiedad, hipertermia e incluso la muerte. Tras beber de este brebaje en la «rave» que se celebró el sábado en el Monasterio de la Aldehuela, en Getafe, Alberto y Pablo perdieron la vida y Álvaro fue ingresado en estado grave en el hospital y dado de alta el lunes. El cuarto amigo, el que menos bebió, declaró posteriormente que, no obstante, el chico que les ofrecía el «licor casero» y venenoso «no bebía de la botella». No así los dos fallecidos, que sí «tomaron mucho de ese líquido» y se adentraron en el campo. Álvaro y él se salvaron porque consumieron menos y cuando llegaron las alucinaciones acudieron al hospital más cercano. El testimonio de los dos supervivientes, además de los de otros asistentes a la fiesta ilegal, fueron cruciales para que la Policía detuviera el miércoles por la tarde a Iván M. G. en su domicilio de Coslada. Este joven de 23 años apodado «Cabe», de aspecto «hippy y conocido por sus rastas», fue trasladado hasta la Comisaría de Getafe, donde prestó declaración. Allí confesó que preparó el brebaje en su casa y que se lo ofreció de forma gratuita a los cuatro chicos con el objetivo de «abrir mercado». Es decir, pretendía crear adeptos a esta sustancia «enganchándoles» para así hacer negocio vendiéndosela en el futuro.
Mientras Iván M. G. declaraba en la comisaría getafense, salió a la palestra el nombre de su novia Cristina V. L., de 19 años, ya que, al parecer, estuvo presente en la preparación de la bebida, acompañó al detenido durante la «rave» y también ofreció el estramonio a las víctimas.Tras escuchar estas palabras, la Policía llamó por teléfono a la joven para que prestase declaración como testigo. Ésta se presentó voluntariamente en las dependencias policiales de Getafe. Poco después, y tras contestar a las preguntas de los agentes, fue detenida.
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