España

Un sueño

La Razón
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Anoche tuve un sueño: el Gobierno gobernaba y la oposición cumplía con su tarea y presentaba alternativas a los ciudadanos con medidas claras para la mayoría. También soñé que España tenía un presidente capaz de desempeñar ese puesto con responsabilidad, que decidía coger el toro por los cuernos y dedicarse a lo suyo, que no es otra cosa que trabajar por el bien de sus compatriotas. Puesto a soñar, creí que teníamos un equipo ministerial con credibilidad, capacidad y ánimo para enfrentarse a su tarea, muy complicada por la crisis económica y el paro. Soñé que no se perdía el tiempo, muy valioso en estos momentos, y que se convocaban elecciones generales anticipadas para no «perder» así otro año en dimes y diretes. La corrupción había desaparecido de nuestra geografía y en las diferentes Administraciones reinaba la pulcritud y la honestidad; vamos que las corruptelas varias eran cosa del pasado. El paro había comenzado a bajar de forma significativa gracias al pacto entre el Gobierno, el principal partido de la oposición, empresarios, sindicatos y otros colectivos, que nos habíamos puesto manos a la obra para enderezar a la situación. También soñé que el sistema financiero había culminado su reestructuración y había vuelto a lo suyo, es decir, a recoger dinero, pongamos que al 1%, y a prestarlo al 2, lo que había solucionado uno de los principales problemas de las pequeñas y medianas empresas, también de los autónomos, que no es otro que la falta de crédito. Soñé que las Administraciones se ponían las pilas y pagaban todas las facturas pendientes, que son muchas. Por último, soñé que todo esto se convertía en realidad.