Copa del Rey

Levante U.D.

El Barça retrasa la fiesta en Cibeles (0-7)

Los azulgrana golearon al Rayo en un choque más cómodo de lo esperado. Messi marcó dos goles

El Barça retrasa la fiesta en Cibeles (0-7)
El Barça retrasa la fiesta en Cibeles (0-7)larazon

Después de una semana aciaga, el Barcelona se dio ayer un respiro en el siempre incómodo estadio de Vallecas, que tiene la virtud de convertir a 22 futbolistas en un grupo de sardinas en lata. Eliminados de Europa, derrotados ante el Real Madrid y con la confirmación de que su líder abandonará el club a final de temporada, a los azulgrana se les ofrecen pocos alicientes hasta que enfrenten al Athletic Club de Bilbao en la final de Copa del Rey el próximo 25 de mayo. Sin objetivos colectivos, los reconocimientos individuales pueden ahora pasar por encima del grupo.

Abatido tras caer ante el Chelsea y ausente en el adiós de Guardiola, el entrenador que le ha convertido en el mejor futbolista del planeta, Messi recuperó la sonrisa con un balón en los pies. El argentino es de los pocos jugadores que tiene una meta hasta final de temporada. Quiere seguir aumentando sus históricas cifras goleadoras. Pero, sobre todo, quiere batir a Cristiano Ronaldo en una carrera por el «Pichichi» que, gane quien la gane, quedará para siempre en el recuerdo. De momento hay empate técnico.

En la otra punta del campo, Víctor Valdés parece que se ha asegurado su cuarto «Zamora» consecutivo, el quinto de su carrera. Guardiola optó ayer por Pinto, que tiene el puesto asegurado en la final de Copa, y nada hace presagiar que eso vaya a cambiar hasta final de temporada, con lo que el de L'Hospitalet tendrá su consuelo. Alves, en cambio, tiene pie y medio fuera del club y purgará hasta fin de curso. De momento, ya se conoce el banquillo de Vallecas al dedillo.

No dio la impresión el Rayo de ser un equipo competitivo. Metido en guerras internas, el equipo de Sandoval no tiene la salvación asegurada, aunque casi la toca, y no incomodó al Barça en ningún momento, como estaba escrito en todos los guiones. Sólo alguna indecisión de Pinto, tan inseguro con los pies como acertado con las manoplas, excitó un poco a la indignada grada vallecana.

Si algo ha marcado la era Guardiola es que el estilo ha sido innegociable. En los buenos y en los malos momentos. En la victoria y en la derrota. En las finales y en partidos intrascendentes como el de ayer. Nadie le ha robado el balón a su equipo en cuatro años y tampoco lo hizo el Rayo. Moviendo rápido la pelota lo ha ganado todo el Barça y así inauguró el marcador en Vallecas. Una bonita combinación entre Alexis, Pedro y Messi acabó con el gol de la «Pulga».

En el banquillo visitante, Guardiola y Tito Vilanova no paraban de charlar y comentar las jugadas. El segundo de Pep se estrenaba en su condición de futuro responsable del equipo y quizá vio las cosas de otra manera. Lo cierto es que ofreció una imagen de normalidad encomiable, jugando su papel, siempre en segundo plano, hasta que el 30 de junio cambie por completo el panorama.

En su lucha por el «Pichichi», Messi recibió la ayuda de todos sus compañeros, conscientes de que el argentino, su líder natural, necesita compensar con goles las últimas decepciones. Cada vez que Alexis o Pedro levantaban la cabeza, la «Pulga» era al primero que buscaban. El premio no lo encontraron hasta el minuto final, en el que elevó a 43 su marca liguera. Uno de los mimados de Guardiola, Keita, sí creció a lo largo del partido, imponiendo su ley en el centro del campo. Suyo fue el pase que originó el segundo tanto, que fabricó Alexis y certificó Rober, sin quererlo, en una acción que le costó una lesión y el cambio. El malí confirmó su incidencia en el partido con el tercer gol, después de aprovechar una de esas jugadas maravillosas en las que Messi dribla hasta al quiosquero de la esquina.

El segundo tiempo sólo sirivó para que el Rayo acabara humillado. Pedro, dos veces, Thiago y Messi certificaron un marcador de escándalo. El hispanobrasileño culminó con su diana una noche espléndida, pero también recibió la reprimenda de su capitán por una celebración junto a Alves que no vino a cuento. El Barça homenajeó a Guardiola con un resultado histórico, pero también demostró a Vilanova que está preparado para seguir ganando.


«Pedimos disculpas por el bailecito»
Hay palabras y gestos que definen a las personas. Por eso, la inconsciencia de Thiago y Dani Alves marcándose un baile para celebrar el 0-5 fue corregida en el césped de inmediato por Carles Puyol a empujones. «Basta de tonterías», parecía querer decir el capitán azulgrana. «No es un acto de jugadores del Barça. Pedimos disculpas a la afición del Rayo», dijo después Guardiola. Corregidos por el capitán y el entrenador, los dos futbolistas se quedaron mudos a la salida del campo, aunque pidieron disculpas después a través de Twitter. «No quisimos ofender a nadie. La emoción de haber metido el gol hizo que me equivocara. No volverá a pasar», dijo Thiago. Alves se disculpó con menos ganas: «En ningún momento quise ofender a nadie, sólo pasarlo bien». Y después, añadió: «De niño me dijeron que el fútbol era para pasarlo bien».


Ficha técnica:
0 - Rayo Vallecano: Cobeño; Rober (Aitor Núnez, m.31), Arribas, Pulido, Tito; Trashorras, Movilla (Diamanka, m.46); Michu, Lass; Tamudo y Diego Costa (Diego Benito, m.65).
7 - FC Barcelona: Pinto; Montoya, Mascherano, Puyol, Adriano (Dani Alves, m.60); Busquets (Afellay, m.74), Keita, Thiago; Pedro, Alexis (Tello, m.82) y Messi.
Goles: 0-1: M.15 Messi; 0-2: M.26 Rober en propia puerta; 0-3: M.38 Keita; 0-4: M.46 Pedro; 0-5: M.77 Thiago; 0-6: M.88 Pedro; 0-7: M. 90 Messi.
Árbitro: Delgado Ferreiro (comité vasco). Amonestó a Rober (m.22), Tito (m.35), Arribas (m.45), del Rayo Vallecano, y a Pedro (m.52), del Barcelona.
Incidencias: encuentro correspondiente a la trigésimo sexta jornada de la Liga de Primera División, disputado en el Estadio de Vallecas (Madrid), ante unos 12.000 espectadores.