Sevilla

San Medardo patrón de tormentas y renuncias

No es descartable el adelanto de un congreso del PSOE extraordinario en Almería para cambiar la Ejecutiva

José Antonio Griñán conversa con Antonio Ávila en el Parlamento andaluz
José Antonio Griñán conversa con Antonio Ávila en el Parlamento andaluzlarazon

Martín Soler, antes de abandonar la Consejería de Innovación de la que fue titular en el primer Gobierno Griñán, habría dejado «firmado y amarrado» con un grupo de comunicación una inversión publicitaria que, según fuentes socialistas conocedoras del asunto, rondaría el millón. 900.000 euros es la cifra que, en concreto, se menciona.Ésta sería una de las «losas» halladas por su sucesor Antonio Ávila, nada más aterrizar como nuevo titular del departamento, aunque esta vez «la losa de Martín» ha acabado pasándole factura política meses después; no como cuando dejó comprometido el gasto promocional de Agricultura poco antes de pasar a Innovación, quedando maniatada Clara Aguilera con todos los presupuestos adjudicados por Martín antes de salir por la puerta de la Consejería en Tabladilla. Nadie rechistó en aquel momento en la Junta para criticar al, entonces, poderoso y ascendente caballero llegado de la lejana y desconocida –para muchos– Almería. Soler estaba a esas alturas integrado plenamente en una operación de medio alcance como aspirante oficioso del «aparato» de Pizarro a la Presidencia de la Junta, con un Griñán previsiblemente debilitado y jubilado tras un presumible desastre municipal en 2011. Ése era, al menos, el diseño y el borrador de la frustrada hoja de ruta, antes de que Zapatero se llevase a Chaves.Griñán conoció, con detalle, el contenido, los lugares y las fechas, así como los asistentes (y los no asistentes, porque algunos se negaron a participar) a un buen puñado de reuniones que, más que almuerzos para resolver problemas, les parecieron cónclaves conspirativos de «play mobil», donde se hablaba y, sobre todo, dicen que se criticaba a calzón quitado y sin miramientos, ante camareros y todo, a Griñán y Zapatero porque no hacían las cosas que ellos creían que se deberían hacer en Andalucía y en España.La última de estas cenas –más bien circunstancial y puntual encuentro de clan en horas bajas– tuvo lugar hace unos días, tras la conferencia de Griñán en el Foro Antares, en la que un grupo de notables «pizarristas» se fueron a un restaurante y, aseguran, que durante la cena a Griñán le debieron de zumbar de lo lindo los oídos. Entre los comensales, como gallo en corral ajeno y dicen que algo sorprendido por la dureza de lo que oía, Paco Carbonero, el secretario general de CC OO-A.El martes, día 8 de junio, día del fraile francés San Medardo, al que dicen que se invoca en contra de las peores lluvias con tormentas, rayos y truenos, fue especialmente agitado en la política socialista almeriense. También entre los habitantes de las oscuras profundidades del dinero que, allá desde el fondo, «todo lo manejan» bajo amplias sombrillas moradas, del mismo color que esos billetes de quinientos que nadie nunca ha visto. Pues sí, también hubo «nerviosera» entre algunos poderosos del lugar cuando vieron aparecer las señales de tremendos nubarrones contra el «martinismo» por las montañas de Gergal, invadiendo la provincia de Almería. Por la mañana del martes estallaba la primera tormenta con la «renuncia» de Antonio Cantón como concejal y parece que como aspirante a candidato del PSOE para la Alcaldía de Almería, avalado hasta el final por Diego Asensio y Martín Soler. La noticia de dimisión y renuncia llevaba un subliminal mensaje donde Cantón no cierra la puerta a seguir optando al Ayuntamiento, desde luego se intuye que tras una amenazante opción independiente y al margen del PSOE. (Hay rumores en torno a UPyD, desmentidos oficialmente por la formación).Previamente, Cantón Góngora responsabilizaba de su dimisión a Nono Amate, quien había dudado de su honestidad personal y de la limpieza de sus operaciones como empresario. Amate no se cortó nuevamente y no sólo se ratificó en sus declaraciones, sino que desveló que Cantón había renunciado tan sólo dos días después de que Rafael Velasco le comunicara a Diego Asensio la negativa de la Ejecutiva regional a aceptar la propuesta de Cantón para Almería 2011, tal y como avancé el pasado domingo aquí.La segunda tormenta, con «renuncia» y abundante aparato eléctrico incorporado, llegaría horas después, por la tarde, protagonizada por el consejero de Innovación, Antonio Ávila, siendo coprotagonista pasivo el ex titular de dicho departamento, Martín Soler. El primero le comunicaba al segundo que tenía que abandonar la Presidencia del PITA, asumiéndola Ávila como consejero, para seguir siendo, le tranquilizó el sucesor, una apuesta de primer orden de la Administración Griñán. Ávila, de parte del presidente, acababa de asestarle el golpe político más duro de todos los recibidos hasta ahora por Soler: dejarlo sin sillón institucional en Almería, quitándole los galones en plena Puerta Purchena, apeándolo de una socialmente vistosa e influyente Presidencia del PITA. De paso, Soler ha podido comprobar que quien hoy manda en el PSOE-A , Pepe Griñán, no es un «chikilicuatre». Juega fuerte y no le tiembla el pulso a la hora de ejercer su autoridad, como secretario general y como presidente.Pero como era de esperar, el habilidoso político cuevano quiso una vez más convertir su desgracia en virtud, como cuando Griñán le hizo una «oferta» para seguir en el Gobierno, ofrecimiento que el presidente sabía que Martín rechazaría y salió contando que había renunciado no a una, sino a dos consejerías, las de Medio Ambiente y Empleo. En esta misma línea, su cese como presidente del PITA lo convertía el miércoles de mañana en una nueva «renuncia» que, manteniendo las formas, justifica así en su carta de dimisión irrevocable a los miembros del Consejo y que hizo pública horas después: «En las actuales circunstancias de desarrollo de este parque, muy importante para la economía andaluza y en especial para Almería, considero que es conveniente que sea el consejero correspondiente quien ejerza la Presidencia. Por tanto, te informo de mi renuncia irrevocable a la Presidencia del PITA, con la seguridad de que me tendréis a vuestra disposición para todo lo que pueda servir de apoyo a un proyecto al que me siento y me sentiré emocionalmente muy ligado». La situación política del socialismo en Almería invita a pensar que no debe descartarse el adelanto de un congreso extraordinario en el que se proceda a cambiar la Ejecutiva provincial en tanto que Diego Asensio no parece dispuesto a abandonar la línea impuesta por su eterno jefe político en Almería, Soler, línea que Sevilla le ha invitado a dejar de inmediato. A todo esto, no parece que los escándalos ligados al PSOE hayan terminado. Según diversas fuentes, es inminente el estallido judicial del «caso Rambla Morales», un proyecto en el que se han enterrado 120 millones en una desaladora que ha arruinado a decenas de pequeños agricultores a los que están embargando desde la Diputación y que en estos momentos se intenta vender a la empresa estatal Acuamed por un precio que Fomento sitúa en algo más de la mitad de lo que piden.

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