Comunidad de Madrid

La «reforma educativa» de los padres huelguistas

La Confederación Española de Asociaciones de Padres paticipa por primera vez en una huelga educativa tras apoyar durante ocho años el modelo socialista fracasado>El PSOE justifica la huelga: «Las cosas están muy mal»

El líder de IU, Cayo Lara, saluda (de izquierda a derecha) a Tohil Delgado y a los representantes de Ceapa José Luis Pazos y Jesús Salido
El líder de IU, Cayo Lara, saluda (de izquierda a derecha) a Tohil Delgado y a los representantes de Ceapa José Luis Pazos y Jesús Salidolarazon

MADRID– La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) decidió en la jornada de ayer, por primera vez en la historia, sumarse en Madrid a la huelga de estudiantes que, alentados por los sindicatos de izquierda –CC OO, UGT, FAPA (Federación de Padres y Madres del Alumnado de la Comunidad de Madrid y STEM (sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Madrid)–, convirtieron la cita en un acto de propaganda contra el Gobierno, repleta de insultos y descalificaciones de todo tipo.

El portavoz de Ceapa, José Luis Pazos, cargó duramente contra el ministro de Educación, José Ignacio Wert, al que tachó de franquista y dijo que ocupaba un cargo temporal. Precisamente, unos adjetivos que se podrían trasladar a algunas de las 40 propuestas que Ceapa presentó al Gobierno para mejorar la calidad de la educación.

El modelo defendido por este grupo de padres se basa en colegios en los que «no son necesarias normas para reforzar la autoridad del profesorado» en los que hay que resolver los conflictos eliminando la sanción y la expulsión temporal de los alumnos que generen problemas. También proponen abandonar el libro de texto para incorporar las nuevas tecnologías de la información, la supresión de los deberes y que la asignatura de religión se imparta fuera del horario escolar y que nadie repita curso, sea cual sea su rendimiento escolar. Asimismo, proponen acabar con los conciertos educativos para los colegios que segreguen por sexos y que se busque un modelo de bilingüismo y plurilingüismo, «incluyendo entre ellas el castellano».

En este sentido, Pazos matizó durante la marcha algunos de estos puntos. «La idea es acabar con la autoridad mal entendida. El docente tiene que tener legitimidad educativa y no impositiva. La expulsión de un alumno de un colegio es tan lamentable como no cesar a un ministro como éste. Wert busca consolidar los centros que segregan a pesar de que los tribunales le han quitado la razón».

Asimismo, argumentó que la doctrina que pretende imponer el Gobierno se da en asignaturas como la de Religión: «Así lo demuestran los textos de los libros de la asignatura. La religión como elemento cultural se aprende con asignaturas como Historia o Geografía».

La postura de CEAPA fue secundada por el Sindicato de Estudiantes, cuyo presidente, Tohil Delgado, repitió su discurso radical, basado en el insulto y la descalificación. «Estamos aquí para acabar con la contrarreforma franquista de Wert. Esta manifestación es el empujón que le falta para defenestrarlo», indicó Delgado.

Para los estudiantes, «esto no ha hecho más que empezar» y, según avanzó, si la reforma no se detiene, nos uniremos a la próxima huelga general. No podemos permitir un retroceso histórico como éste. La crisis la pagamos nosotros menos los políticos, que forman parte de una élite que sólo favorece a sus amigos banqueros y especuladores». «La religión tiene que salir de la escuela pública y esos fondos dedicarlos a mejorar en Lengua, Matemáticas e Historia».

«Franquistas extremistas»
Este discurso «constructivo» fue su principal argumentación. «Estamos ante un Gobierno de extremistas y no vamos a permitir la vuelta al franquismo. Este ministro españoliza igual que lo hizo Franco. Son unos terroristas que sólo saben mentir», dijo el representante estudiantil en su intervención final frente al Ministerio de Educación.

En la misma línea se pronunciaron los manifestantes, que se centraron en pedir la dimisión de Wert y en criticar al Gobierno del Partido Popular: «Hijos de puta», «¿Dónde están, no se ven los niñatos del PP?», «PP y CiU dividen España y nos roban y dañan», «Nada de nada para la privada», «Nacho Wert, antisistema muy peligroso» o «tertuliano radical, ultra del españolismo». De las críticas no se libró ni la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ya que al pasar frente al Ayuntamiento le corearon «La Botella, al contenedor» o «Ahí está la cueva de Alí Babá».