Déficit autonómico

Díaz: «No pediremos el FLA antes del día 5 y sí llegarán los 600 millones»

El vencimiento de deuda aboca a la Junta a alcanzar un acuerdo con el Ministerio

El presidente andaluz, José Antonio Griñán, junto al ministro Cristóbal Montoro
El presidente andaluz, José Antonio Griñán, junto al ministro Cristóbal Montorolarazon

SEVILLa- «Los 600 millones van a llegar antes del día 5 y no están condicionados a la petición del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA)». Así de rotunda se mostró ayer la consejera de Presidencia e Igualdad de la Junta, Susana Díaz, quien repitió el mensaje lanzado el lunes por el presidente José Antonio Griñán: como tope, mañana Andalucía dispondrá de esa cantidad para hacer frente al vencimiento de deuda que pende sobre la Junta esta semana.
E insistió: ese dinero llegará como parte del anticipo de 1.000 millones que el Gobierno andaluz pidió al Ejecutivo central a principios de septiembre, a cuenta de los ingresos que corresponden a la comunidad.

«Nosotros vamos a pedir el fondo de liquidez, lo hemos dicho y lo estamos negociando con el Ministerio –de Hacienda–», aseveró Díaz, pero matizó: «No vamos a solicitar el fondo de liquidez antes del día 5 y sí van a llegar esos fondos –los mencionados 600 millones– antes del día 5».

La titular de Presidencia explicó que cuando el FLA se puso «sobre la mesa» no contemplaba los proveedores, «sólo se hablaba de un fondo de liquidez para pagar deuda y Andalucía dijo no». Según la socialista, se ha logrado que ese instrumento sirva para abonar deuda «pero también, y especialmente, para pagar a los proveedores que están atendiendo a la dependencia, a la discapacidad, la Universidad... y que se habían quedado fuera en el mes de abril –del plan para este colectivo puesto en marcha por el Ejecutivo central, por el que Andalucía recibió 1.800 millones»–. Díaz defendió que el objetivo de la Junta es que «cuando termine la negociación que se está llevando a cabo entre la Consejería de Hacienda y el Ministerio», se consiga la «liquidez suficiente para hacer frente» a los compromisos con esos sectores y a la deuda financiera, «y no queremos que una cosa se condicione con la otra», dijo.

Para volver a puntualizar: «Que al final hay que sumar las cantidades, pues lógicamente habrá que sumarlas. Pero el resultado final ha de ser que la Junta de Andalucía obtiene la liquidez que necesita, que le tiene que facilitar el Gobierno de España porque los bancos están cerrados, para poder hacer frente tanto a la deuda financiera como al pago a proveedores».
Sin embargo, fuentes del Ministerio de Hacienda reiteraron a LA RAZÓN una posición que ya adelantaron también el lunes: la transferencia de los 600 millones está condicionada a que el Ejecutivo regional «se adhiera legalmente» al Fondo de Liquidez Autonómico, es decir, que firme las condiciones de reducción de costes que éste conlleva.

 «Se van a dar como adelanto del FLA», apuntaron desde el departamento que dirige Cristóbal Montoro, para sumar que, al cierre de esta edición, no había «nada nuevo» en relación a este asunto. Con todo, destacaron la «relación de diálogo y entendimiento» que existe entre ambas administraciones, aunque no se refleja en el cruce de declaraciones. Una «buena voluntad» que, de no materializarse en las próximas horas, supondrá un quebradero de cabeza para la Consejería de Hacienda, debido al vencimiento de deuda.

Griñán critica la «leonina» distribución del déficit público
El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, hizo ayer balance de la Conferencia de Presidentes celebrada el día anterior y subrayó la importancia del «acuerdo político» para transmitir a los mercados financieros una «imagen de fortaleza y unidad de todas las administraciones públicas». Si bien, quiso dejar claro que ello no impide que mantenga «serias discrepancias» con el Gobierno de la Nación en materias como la distribución de los objetivos del déficit, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) o las reformas en materia laboral, educativa y sanitaria. Durante una entrevista en la cadena Ser, Griñán insistió en la necesidad de modificar la distribución «leonina» de los objetivos de déficit entre la Administración central y las comunidades autónomas, que el Ejecutivo central aplica como una «especie de trágala». Con todo, insistió en que el «acuerdo político» alcanzado en la Conferencia es «muy importante» porque «después de tanto tiempo en que se ha deteriorado la imagen de las comunidades, que incluso fuera de las fronteras de España se consideraban un problema, transmitimos que el Estado y las comunidades hacen un ejercicio de corresponsabilidad de cara a la imagen de España en los mercados financieros». Su vicepresidente y líder de IU, por su parte, Diego Valderas, lamentó que la cumbre se haya quedado «corta» en el impulso de políticas de empleo y de crecimiento económico.