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ANÁLISIS Por qué será positiva esta constitución

La Razón
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¿Qué puede cambiar en Marruecos con esta nueva Constitución?
–Marruecos está saliendo de lo que podríamos llamar una «monarquía ejecutiva». El rey ha aceptado, por ejemplo, dejar de presidir los Consejos de Ministros. Su padre, el fallecido Hassan II, nunca hubiera dado su consentimiento. También ha aceptado que ya no nombrará a los ministros ni al presidente del Gobierno. Ha dejado parcelas importantes de su poder. Y, además, el Parlamento será el único órgano que producirá leyes. Son, en resumen, cambios positivos.

¿Habrá un nuevo panorama político?
–Para empezar la regionalización que se pondrá en marcha cambiará la percepción de que sólo se puede hacer política en las grandes ciudades y fundamentalmente en el Parlamento nacional. Ahora serán necesarios más políticos para rellenar la maquinaria administrativa que se creará.

¿Puede nacer del Movimiento 20 de Febrero una nueva clase política o un partido?
–Son las dos únicas opciones que tienen: formar su propio partido o integrarse en los ya establecidos. Lo primero es muy difícil porque el movimiento es muy variopinto. Y lo segundo en algunos casos ya ha ocurrido, ya hay jóvenes integrados en algunos partidos. Pero, en general, no les veo dedicándose a la política. Han encontrado ahora motivos para hacer manifestaciones y para reclamar más libertad. Pero no podrán dedicarse siempre a la «política del megáfono».

¿Tiene algún mérito en este proceso el Movimiento 20 de Febrero?
–Los jóvenes han levantado la voz y ése es su gran mérito porque han movido conciencias. Pero no pueden mantener la fantasía de pensar que ellos tienen la representatividad de la mayoría del pueblo marroquí. Aunque, por citar un número, fueran 100.000 en todo Marruecos, no son más que una minoría entre una masa de más de 30 millones.

Muchos han expresado dudas sobre los resultados del referéndum. ¿Se puede hablar de «pucherazo»?
–Los resultados van a ser proclamados oficialmente en estos días y todo el mundo los va a poder ver. No creo que haya habido ningún «tongo» electoral aunque fallos, por supuesto, ha podido haber. El sistema censal en Marruecos no es todavía perfecto. Pero ni al Gobierno ni al rey les hacía falta ningún «pucherazo».