El bálsamo de Fierabrás por Carlos Rodríguez Braun

La rebaja de la calificación de su deuda es un golpe para los gobernantes de la eurozona, especialmente en la vecina Francia. Es verdad que los mercados han tenido tiempo de descontar el hecho, porque se viene hablando de él desde hace semanas, y, aunque el coste de la financiación bancaria podría subir, para ser grave el «downgrading» tendría que ser algo en lo que confluyeran las demás agencias y, además, como apuntó «Expansión», llegar a situarse por debajo de la marca A-.

Aunque estamos aún lejos de ese lúgubre panorama, la sacudida que vivieron los mercados ayer, que combinó las señales de Standard & Poor's con el colapso de las negociaciones para la reestructuración de la deuda griega, indica una vez más que las autoridades europeas no han hecho los deberes en términos de fiscalidad y reformas liberalizadoras.

La alegría dispendiosa del Banco Central Europeo puede quedarse, si esto no cambia, en un falso bálsamo de Fierabrás.

El lunes próximo viene el presidente francés, Nicolas Sarkozy, a España. No es, por desgracia, demasiado probable que veamos una autocrítica en quien fue en su día la gran esperanza blanca de la derecha europea, y que ha terminado extirpando sus facetas liberales, subiendo los impuestos (eso sí, con la excusa de los ricos y la «solidaridad»), y apoyando una clásica y reaccionaria tontería izquierdista: la tasa Tobin.

Más aún, igual lleva el mandatario galo su absurda «grandeur» al extremo de pretender matar al mensajero y resolver el problema de las agencias de calificación creando una europea que dependa de los mismos políticos que nos han metido en este lío.

En fin, igual no termina todo tan mal y la propuesta que se impone es convocar otra cumbre para salvar el euro.