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Libia

Las tropas de Gadafi consiguen penetrar en la ciudad de Ajdabiya

Gadafi sigue desafiando a los rebeldes y al mundo: el líder ha aparecido en televisión en una escuela en Trípoli, rodeado de alumnos que cantaban consignas antioccidentales, mientras sus fuerzas han asaltado la ciudad de Ajdabiya, consiguiendo penetrar en la misma después de varios días de bombardeos.

Las tropas rebeldes siguen a la espera de que la aviación aliada los vuelva a beneficiar en su lucha
Las tropas rebeldes siguen a la espera de que la aviación aliada los vuelva a beneficiar en su luchalarazon

El coronel ha vuelto a cruzar la frontera de la Libia libre, abriéndose camino con sus misiles de largo alcance, que empezaron a caer ayer a mediodía sobre la zona oeste de Ajdabiya, golpeando e incendiando viviendas y obligando a evacuar el hospital de la ciudad una vez más. Era demasiada la intensidad de los bombardeos de las tropas gadafistas para que los rebeldes resistieran su permanencia en el centro sanitario. Llegaron atacando con morteros la puerta oeste de la ciudad. También se escuchaban sostenidas ráfagas de ametralladora que intercambiaban con las tropas rebeldes.

El doctor Suleiman Rifadi, responsable del centro médico, ya está acostumbrado a esta rutina. El sonido de la artillería pesada le impide concentrarse cuando tiene que realizar una operación compleja, pero dice que intenta hacer su trabajo lo mejor que puede, luchando entre el miedo como ser humano y su sentido del deber como médico. Uno de sus enfermeros recibe a los heridos en la puerta del hospital con semblante tranquilo, cuando llega una pick-up de los rebeldes para avisar de que se aproximan las tropas de Gadafi y es hora de salir corriendo. Lo mismo que ya habían hecho la mayor parte de los milicianos, que ayer a media mañana se retiraron en desbandada hasta la ciudad de Ajdabiya, sin poder defender el acceso a la misma.

Los pocos civiles que aún permanecían allí o que habían regresado después del último ataque de las tropas de Gadafi contra la ciudad, volvían a coger sus maletas, colchones e incluso neveras, y emprendían la huida hacia el este. Las ambulancias y el personal médico también seguían a la caravana, esperando a los heridos a un lado de la carretera, donde tres voluntarios estudiantes de medicina aprovechaban un momento de calma para rezar: «El profeta está con nosotros y es más grande que todas las armas de Gadafi», aseguraba Abdul Nahdub, mientras el olor de la pólvora volvía a acercarse, así como el sonido de los disparos.

Los médicos ya no temen nada después de un mes y medio de conflicto en el que han visto «cosas horribles». Mientras tanto los rebeldes seguían mirando al cielo, donde patrullaban los aviones aliados esperando a que la OTAN evitara la toma de Ajdabiya y desafiando la zona de exclusión aérea al poner en marcha los pocos vehículos viejos y destartalados con los que cuentan.

«Han atacado Misrata por tres frentes. Sanitarios y rebeldes me han informado de que al menos 30 combatientes han muerto», explicó ayer a Reuters un portavoz rebelde identificado como Abdelsalem. «Sin embargo, hemos logrado contraatacar y evitar que lograran avances», aseguró. Muamar Gadafi se resiste a abandonar el país y durante la jornada de ayer mostró que está decidido a quedarse. Otro portavoz aseguró que la OTAN comenzó a intensificar los ataques aéreos contra las tropas del dictador. «Tengo que decir que la OTAN ha cambiado desde ayer y es un cambio positivo. Han bombardeado al menos cuatro enclaves de Misrata controlados por las fuerzas de Gadafi».

Por su parte, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, expresó su pesar por las víctimas en Libia. «Lamento enérgicamente la pérdida de vidas. La situación sobre el terreno es muy fluida; hemos visto que el régimen de Gadafi ha utilizado tanques para atacar a los civiles», manifestó.

Rassmusen no ve salida militar al conflicto libio
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rassmusen, considera que la situación actual en Libia no tiene salida militar, pese a considerar necesario el operativo que adelantan los aliados. «La respuesta sincera es que para este conflicto no hay una solución militar», dijo Rassmusen en una entrevista a la revista alemana «Der Spiegel» que se publica la próxima semana. «Necesitamos una solución política y es el pueblo libio el que tiene que encontrarla. Sólo podemos apelar al régimen para que cese sus ataques violentos, reconozca los derechos legítimos de la gente y permita una transición pacífica hacia la democracia».