Andalucía

El PP andaluz cambia de posición y no critica el PER como «voto cautivo»

Javier Arenas defendió en su etapa como ministro pasar de la cultura del subsidio a la del trabajo. 

La Razón
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MADRID- La crisis económica ha vuelto a poner el PER en el disparadero político. O, para ser exactos, el subsidio agrario del que disfrutan más de 140.000 andaluces y extremeños (son abrumadora mayoría los primeros) y que supone a las arcas públicas un desembolso que ronda los dos millones de euros diarios. El último en pronunciarse ha sido Josep Antoni Duran Lleida. El portavoz de CIU en el Congreso aseguró la semana pasada que ha llegado el momento de «reflexionar serenamente sobre lo que significa el gasto del PER» y denunció el «voto cautivo» que hay detrás de la prestación. A finales de marzo, fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien consideró una «vergüenza» que, a causa del temporal de lluvia, el Gobierno decidiera rebajar de 35 a 20 el número de peonadas para cobrar el subsidio del campo. «Es dar pitas, pitas con dinero público», adujo. El PP andaluz, con Javier Arenas a la cabeza, se ha quejado reiteradamente del «régimen» tejido por el PSOE en sus casi treinta años de gobierno, basado en una red clientelar de cargos públicos, una gigantesca Administración que extiende sus tentáculos a todos los rincones sociales y, como consecuencia, una abundante bolsa de voto cautivo que taponan el cambio de gobierno en una comunidad a la que sólo supera Canarias en tasa de desempleo. Un 27,2 por ciento de la población activa está sin trabajo.No obstante, aunque la denuncia de Duran Lleida sea compartida por numerosos cargos del partido en la región andaluza –sólo en la intimidad, eso sí–, el discurso oficial ha sido de contraataque al dirigente de CIU. En este sentido, Arenas ha hecho frente común con el Partido Socialista y ha reprochado a Duran Lleida que incurra en un «grave error». «Le invito a conocer a fondo la realidad andaluza paera que sepa que el subsidio en Andalucía y en muchas zonas es absolutamente imprescindible».La estrategia del PP andaluz es la de no pisar ninguna mina que pueda suponer una pérdida de eventuales votantes, aunque para ello tenga que replegar transitoriamente el discurso del voto cautivo. Sustituir la cultura del subsidio por la del trabajo fue la principal directriz marcada por Javier Arenas en sus primeros años como ministro, con el entonces secretario general de Empleo Manuel Pimentel, su segundo de a bordo. A esa aspiración es a la que se refirió la presidenta de la Comunidad de Madrid cuando soltó su «pitas, pitas».Y es la que subyace en el fondo de las palabras del dirigente de CIU. El dato libre de interpretaciones es que ni Andalucía ni Extremadura han conseguido subirse al carro del desarrollo a través del subsidio agrícola. De la 35 a las 20 peonadasUno de los requisitos para acceder a la prestación del subsidio agrario es la de tener un mínimo de 35 jornadas cotizadas en los 12 meses anteriores a la situación de desempleo. Sin embargo, como medida excepcional, el Gobierno aprobó en marzo reducir el requisito a 20 debido a la pérdida de jornales por el temporal.El PER como tal no existe en la actualidad. Ahora el nombre es Programa de Fomento del Empleo Agrario del Régimen General, gestionado por los ayuntamientos. Otra vía para sumar el número mínimo de peonadas.