El PP le arranca al PSOE más de un millón de sus votantes

El electorado español ha utilizado su segunda cita con las urnas tras las elecciones generales de 2008 para expresar su deseo de cambio. En las elecciones europeas venció el PP, ahora en las municipales también. Las elecciones sirven para que los políticos rindan cuentas y muchos españoles han aprovechado estos comicios para votar en clave nacional. La mala gestión de la crisis económica y su consecuencia en forma de cinco millones de parados, las excarcelaciones de presos de ETA, la legalización de Bildu y la influencia del movimiento 15-M han marcado el comportamiento del electorado. Pese a los intentos de buscar una actuación en clave estrictamente local, los votantes han realizado un ensayo de unas legislativas. Aunque con la cautela que corresponda, si extrapolamos los resultados de las elecciones autonómicas y locales del domingo a unas generales, obtendríamos como resultado que el PP pasaría de 154 a 166 diputados y que el PSOE bajaría de 169 a 115 en el Congreso de los Diputados, que cuenta con 350 escaños. IU contaría con 8/10 diputados, CiU con 13/14, PNV con 7, UPyD con ¾, ERC con 1, BNG con 2, CC 1/2 y otros 2/3. En el Senado, donde se eligen a 208 parlamentarios, quedaría aún más patente la victoria popular, pues pasaría de 101 a 127 y el PSOE bajaría de 100 a 53.

Hay que tener en cuenta que estos datos están calculados con una participación 12 puntos menor –en elecciones locales viene siendo de dos tercios del censo–, pero tal como pronosticaba la encuesta de intención de voto de primeros de mayo realizada por NC REPORT para LA RAZÓN, en caso de adelanto electoral las cifras cambian sustancialmente. En caso de una victoria popular y una ventaja sobre los socialistas de 15,2 puntos, el PP se haría con 185/187 diputados, mientras que el PSOE obtendría entre 123/124. La hipótesis planteada por este sondeo es mucho más realista que la extrapolación referida. La participación en las elecciones generales sube unos 12 puntos, por lo que es de esperar que en 2012 se amplíe la distancia de 9,7 puntos que ha sacado el PP al PSOE el 22-M. Aproximadamente el 30% de los votantes del PSOE en las elecciones locales de 2007 no ha renovado su voto por los socialistas; la mitad de ellos, concretamente el 15%, se ha pasado al PP con todas las consecuencias. Porcentaje que coincide con diversos sondeos que advertían de que un volumen semejante a éste de votantes socialistas prefería la victoria de los populares. Los pronósticos se han cumplido. La otra mitad de los votantes del PSOE que han desertado se reparten entre la abstención y el voto a UPyD e IU, y en menor medida se ha dirigido al voto en blanco o a formaciones minoritarias.

En lo que respecta a la fuerza vencedora, los populares basan su éxito electoral en una combinación de tres elementos: primero, la elevada fidelización de su electorado, en el entorno del 90%; segundo, al ingreso de 1.164.000 votantes del PSOE, y en tercer lugar ser la candidatura que más voto recibe procedentes de los nuevos electores y de los ciudadanos que se abstuvieron en 2007, unos 602.000 votos. Por tanto, el 21% de los ciudadanos que votaron al PP el día 22 no lo habían hecho antes. La socialdemocracia española de los ochenta, la que con valentía acometió la reconversión industrial, las primeras reformas laborales, nuestra adhesión a la estructura militar de la OTAN y nuestra incorporación a la Unión Europea, obtuvo el respaldo mayoritario de la ciudadanía durante casi 14 años consecutivos, superó 3 huelgas generales y supo explicar sus metas y los medios para conseguirlas. Su labor pedagógica le permitió contar con la complicidad de la ciudadanía incluso ante medidas impopulares. Tras el 22-M, la socialdemocracia española debería entender que si quiere volver a liderar la nación deberá demostrar que sabe hacer crecer nuestra economía, despojándose de complejos y dogmas, que hay que crear las condiciones propiciatorias para la inversión y generación de empleo, y con ello se podrá construir el Estado del bienestar, pero no al revés. El mensaje del electorado es claro: debe renovar su programa y fijar como objetivo alcanzar el pleno empleo.

El PP andaluz obtendría 55 escaños en 2012
De extrapolar los resultados del 22-M en Andalucía a las autonómicas de 2012, el PP conseguiría 53 diputados al Parlamento andaluz por 43 escaños que alcanzaría el PSOE. Completaría la cámara IU, con 11 escaños, y otros 2 que conseguiría el Partido Andalucista (PA). Teniendo en cuenta que la participación en las anteriores autonómicas fue 8 puntos mayor en Andalucía, el PP lograría los dos diputados necesarios que le darían la mayoría absoluta.