Barcelona

Del saqueo a voces a la ley del silencio

Millet y Montull se niegan a declarar en el Parlament. Los delincuentes confesos del Palau de la Música se someten a los reproches de los partidos

Periodistas y políticos intentaron que Millet mediara palabra, pero ayer se limitó a sonreír y a fumar entre flashes en el Parlament
Periodistas y políticos intentaron que Millet mediara palabra, pero ayer se limitó a sonreír y a fumar entre flashes en el Parlamentlarazon

BARCELONA- Fèlix Millet y Jordi Montull pasaron 13 días «muy tristes» en la prisión de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona) el pasado mes de junio, pero a la salida de la cárcel tuvieron palabras de agradecimiento. «Nos han tratado muy bien», dijo Montull. Los saqueadores confesos del Palau de la Música apenas estuvieron ayer una hora en el Parlament, una institución donde impera la cortesía, pero jamás se hubieran expresado como lo hicieron al abandonar su celda. Millet y Montull fueron llamados a declarar en el marco de la comisión de investigación que indaga las irregularidades del Palau, pero los ex dirigentes se negaron a dar explicaciones refugiándose en su derecho constitucional.Pudieron guardar silencio, pero no consiguieron evitar los reproches políticos. Ésa fue su primera condena, a la espera de conocer la sentencia de la Justicia. Los políticos –unos más que otros– sometieron a los ex dirigentes del Palau de la Música al escarnio público por sus delitos. «Podemos vivir sin mecenas y patriotas como usted», le espetó el diputado de ICV Daniel Pi al término de su intervención. Los parlamentarios trataron de que Millet y Montull se saltaran la consigna de silencio dictada por sus abogados, pero no lo consiguieron. «¿Es verdad, señor Millet, que el Palau de la Música actuó como mediador con la empresa Ferrovial con tal de desviar recursos a la fundación Trias Fargas y a Convergència?», le inquirió el diputado de ERC Pere Bosch. Pero Millet se limitó a esbozar una media sonrisa.El representante de ICV abundó en el mismo sentido. «¿Utilizaron el Palau para transferir dinero de las adjudicaciones que se hacían a Ferrovial a Convergència i Unió? ¿Sería tan amable de contestarme?», insistió Pi. Pero Millet no abrió la boca. Luego, fue el turno de Albert Rivera, de Ciutadans. «¿Usted es el "capo"o usted es uno de la banda? ¿Quién es el capo o qué "capos"hemos tenido durante 30 años?», le interrogó Rivera, usando la terminología de la mafia. Y el saqueador confeso seguía en silencio, soportando los continuos flashes que le acompañaron desde que llegó al Parlament al mediodía hasta que salió pasada una hora.En un tono menos agresivo, el representante del PP recriminó a Millet su silencio por perder la oportunidad de aclarar a la ciudadanía «qué es lo que pasó exactamente para evitar que estas circunstancias se repitan».Millet sólo habló para decir que no pensaba hablar. Por lo demás, tuvieron que interpretarse sus gestos, a veces de tedio, a veces de pesadumbre, a veces de indiferencia. Acabó la sesión y el ex presidente del Palau se fue en busca de un taxi. Tampoco realizó declaraciones a los periodistas. Imperó la ley del silencio.

La comisión de los mudosLa lista de comparecientes que se acogen a su derecho constitucional de no declarar comienza a resultar interminable. Ésta ha sido la comisión de los silencios y de «los olvidos de los que tienen alguna cosa que esconder», resumió la diputada de ERC Maria Àngels Cabasés. Millet y su mano derecha, Jordi Montull, engrosaron la lista.