Enfermedades

La píldora anticonceptiva adolescente

La píldora anticonceptiva adolescente
La píldora anticonceptiva adolescentelarazon

MADRID- Las cifras de ventas ya aportaban algunas «pistas». Y es que, desde que el Gobierno socialista autorizara en septiembre de 2009 la venta de la píldora del día después en farmacias sin necesidad de receta médica y sin límite de edad, el fármaco abortivo ha ido ganando terreno como un método anticonceptivo más. Así se venden una media de a 2.045 unidades diarias, lo que supuso, sólo en 2010, un aumento de la venta de este medicamento en un 155%. Ahora bien, ¿son las menores usuarias habituales de la píldora postcoital?

A la pregunta «¿Ha utilizado la píldora postcoital alguna vez en su vida?», un estudio elaborado por la Universidad de Sevilla al que ha tenido acceso LA RAZÓN y en el que han participado más de 5.000 adolescentes de entre 15 y 18 años –3.483 de entre 15 y 16 años, 2.140 de entre 17 y 18– pertenecientes a toda España, arroja la conclusión de que el 16 por ciento de las jóvenes que practicaron relaciones coitales utilizaron el fármaco. «Es un dato alarmante», explica la doctora Carmen Moreno, del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, que ha liderado el trabajo.

El estudio surgió a raíz de un encargo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a España para la elaboración de la encuesta «Condiciones sociales de la salud y el bienestar de los jóvenes», hecho público esta semana y que ha contado con la participación de 40 países. El trabajo de la OMS sólo abarcaba desde los 11 a los 15 años de edad. Así, el trabajo de la facultad fue más lejos, abarcando desde los 15 a los 18 años. Sus respuestas en torno al uso de la píldora fueron una de las conclusiones que más sorprendieron a los investigadores.

Desglosado por edades, reconocieron haber ingerido el fármaco alrededor de un 7 por ciento de las de 15 y 16 años, así como un 22 por ciento de las de 17 y 18 años. «Las conclusiones del estudio son muy fiables y el muestreo ha sido muy exigente», recalca Moreno. La psicóloga tiene la impresión de que «se está utilizando la píldora en algunos casos por falta de previsión en el uso de métodos más eficaces». Por ello, cree que es necesario «educar correctamente de estos aspectos en la escuelas» y «hacerles ver a los chicos y chicas que hay otras prácticas sexuales sin riesgo de enfermedades de transmisión sexual». Y es que, han detectado que, en ocasiones, «las chicas ceden a los deseos del otro y no a los propios».

No en vano, otro de las singularidades detectadas por los expertos es el hecho de que «las menores que experimentaron relaciones sexuales coitales presentan más problemas de conciliación de sueño y naturaleza psicológica, quizá derivados de la preocupación de quedarse embarazadas».

A la espera del informe La investigación se da a conocer justo cuando el Consejo Asesor de Sanidad y la ministra del ramo, Ana Mato, estudian frenar la libre dispensación de la píldora. Y es que, la Agencia del Medicamento ya apuntó en su momento la necesidad de elaborar un nuevo informe sobre la cuestión, que analizara el daño que pudiera causar en las mujeres que lo toman haciendo especial hincapié en la menores y en las enfermedades que se pudieran causar. Según ha podido saber LA RAZÓN, el estudio que solicitó Mato después de las contradicciones que se desprendían de otras investigaciones previas, estaría ya listo. «La decisión última no obedecerá nunca a cuestiones ideológicas», ha reiterado en más de una ocasión la ministra.

Desde la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, su presidente, José María Lailla, cree que «todos estamos de acuerdo en que lo que falla es la formación en educación sexual, tanto en la escuela como en las familias». Y esa falta de formación conlleva a que un fármaco como la píldora del día después «se utilice mal: no como un contraceptivo de urgencia, que es lo que debería ser, sino como un contraceptivo habitual: no tomo nada y, si surge, lo hago», explica. Lailla critica el hecho de que «la Ley de Salud Sexual y Reproductiva, en su título primero, incluye un plan nacional de educación sexual». Sin embargo, añade, «nadie ha hecho nada al respecto».