Literatura

Literatura

Tusquets entra en el universo de Planeta

Una operación que beneficia a los dos sellos. Planeta ha entrado en el accionariado de Tusquets. Al primero, con el gran catálogo de la editorial de Beatriz de Moura. Al segundo, al mejorar su distribución y la adaptación al e-book

Tusquets entra en el universo de Planeta
Tusquets entra en el universo de Planetalarazon

Aliarse para mantener la independencia. La historia no es racional. Es paradójica. Lampedusa, que entrevió mejor que nadie las contradicciones que arbitran la historia, lo expresó con palabras más adecuadas: todo tiene que cambiar para que todo permanezca igual. O casi. En 1969 apareció un sello independiente que, con el tiempo, ha dejado profundos relejes en el panorama editorial. Han pasado más de cuarenta años desde el nacimiento de Tusquets. La época ha cambiado. La sociedad, también. Y los modelos de hoy nada tienen que ver con los de ayer.

Los retos del futuro
«Venimos de un mundo antiguo, remoto, y la vida y el mundo actual son muy distintos. Hemos entrado en un nuevo siglo con un sistema que está trasnochado por todo lo que está sucediendo; por otro lado, había que ponerse al día. Nuestra distribución, aunque era muy buena, ya estaba bastante desgastada, y no creo que fuera la más apropiada para los momentos actuales. Necesitábamos seguridad en la distribución del libro físico y, por supuesto, del digital», reconoció Beatriz de Moura. Planeta Corporación y Tusquets Editores anunciaron ayer un acuerdo de asociación. Los rumores que circulaban desde hacía meses se cumplían. Esta unión permite, aparte de que De Moura prosiga al frente de su catálogo, acceder a la plataforma de distribución y administración del grupo que preside José Manuel Lara Bosch. «Ahora la editorial tiene el futuro asegurado. Los autores han sido avisados de antemano y han reaccionado muy bien. Luis Landero, incluso, me ha mandado el manuscrito de su siguiente trabajo como una forma de mostrarme su apoyo. ¿No ha sido un gesto bonito? Me preocupaban los autores. Quería que la editorial sobreviviera después de mí. Ahora, en caso de que sucediese algo, los escritores no estarán desprotegidos», comentó De Moura. Es una manera de adecuarse a un horizonte que se aproxima con una ventisca de transformaciones. «Sobre todo, nos ayudará en lo digital. Tenemos que ponernos en esa onda. De momento, no afecta demasiado a España, pero lo electrónico ha venido para quedarse. Hay que estar preparado porque si te pilla desprevenido, te quedas fuera. Aquí estamos todavía en un dos por ciento de ventas. Existen muchas dudas aún, hay que desarrollar la red de distribución para defenderse y tener fueza económica. Esto sólo lo pueden hacer los poderosos. El libro electronico es una salida que no se puede ignorar. Sería de locos».

–¿Qué ocurrirá con las editoriales independientes?
–Si no se asocian para montar una distribuidora para ellas, tendrán un futuro reducido. Podrán capear, pero será difícil, sobre todo con la crisis económica. Si yo estuviera en su lugar y empezara ahora, y tuviera dinero, montaría una logística, que es lo que tiene Planeta, y centralizaría el almancenaje, que significa bajar los costes inmediatamente.

No es la primera vez que Tusquets y Planeta se han unido, pero esta vez parece definitiva. «Mi relación con José Manuel Lara es magnífica. Le debo su amistad y su confianza. Siempre se ha portado muy bien, y con una entereza y una lealtad... Una lealtad de la que otros fardan, y no sé de qué». Esta asociación permitirá una mejor distribución de Tusquets en España y en América, lo que redundará en un mejor conocimiento de sus escritores.

Una cuestión de edad
«Estábamos en muchos sitios, aunque no se notaba. Éramos la editorial internacional de lengua española más pequeña. Pero ahora habrá una red común de distribución en todos los países. Hay que hacer una adaptación. Es inevitable», aseguró De Moura. Con esta asociación, Tusquets sigue los pasos de Anagrama. Los dos sellos nacieron el mismo año. Han mantenido paralelos caminos de prestigio. Y ambas presumen de leyenda propia entre los lectores. «Es una cuestión de edad. Anagrama y Tusquets tienen una historia similar con problemas semejantes; lo que yo no quería era una editorial extranjera. Herralde escogió Feltrinelli, que es italiana y crece sobre todo en librerías. Quiero seguir en España y que mi editorial quede encauzada para el futuro cuando yo ya no esté. No quiero que desparezca después de mí». Luego apostilla: «Con una crisis como ésta, una editorial de nuestro tamaño, no sé hasta cuándo aguantaría. Las compras han descendido, dependiendo de cada sello, entre un 20 o 30 por ciento. Todo el mundo editorial ha bajado la producción».


Un catálogo impecable
Tusquets siempre se ha caracterizado por su gran selección de obras. Entre sus filas está Gabriel García Márquez o Milan Kundera. Impulsó a un escritor como Javier Cercas, cuyo libro «Soldados de Salamina» fue un éxito, y a Almudena Grandes, a la que descubrió a partir del Premio La Sonrisa Vertical. Entre los nombres de su catálogo está Carlos Marzal, Luis Landero, Fernando Aramburu o Javier Pérez Andújar, entre otros. Pero también tiene una gran nómina de autores extranjeros. El más conocido es Haruki Murakami, que es uno de los novelistas que más seguidores tiene en la actualidad.