Afganistán

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La Razón
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Entre las catástrofes veraniegas hemos tenido noticia de una que, al contrario de las inundaciones de Pakistán, ha sido incruenta y poco mediática. Sus causas tampoco tuvieron que ver con el fanatismo y la maldad humana, como la muerte de nuestros guardias civiles en Afganistán. Pero, en cierto sentido, no causa menos pesadumbre. Me refiero a la publicación, un año más, de la URWA, siglas en inglés del Ranking Académico de las Universidades del Mundo, que conocimos a finales de agosto. El curso pasado, la primera universidad española estaba por debajo del puesto 180. En esta nueva lista, no hay ninguna entre las 200 primeras, y antes del lugar 300 encontramos sólo cuatro. Y una se pregunta: ante este desastre, que retrata insuperablemente la desidia y la inconsciencia en la que vivimos –habría que decir: vegetamos- los españoles, ¿qué importa lo demás? ¿A quién le puede interesar lo que diga la ministra de Economía, si nos estamos condenando a no tener futuro? ¿Qué pinta un ministro de Educación que no se ha hecho el harakiri en público, avergonzado? ¿A qué se dedica la oposición, que ni siquiera ha mentado el asunto? La lista está encabezada por Harvard y entre las diez primeras hay ocho norteamericanas y dos británicas. Y como los ingleses son muy raritos, a su prestigioso semanario «The Economist» ese par le parecía poco, pedía medidas educativas. Mientras, a nosotros, lo de la 200 nos la bufa. Será porque tenemos a la Roja. Campeones, campeones, oé, oé oé…