Navarra

Un Gobierno de estilo nórdico

Esta semana empezarán a producirse los primeros movimientos que den pistas sobre el Gobierno de Rajoy. Él ya sabe cómo recolocará sus piezas en un tablero con tres «patas»: el Ejecutivo; el grupo parlamentario, fundamental por la intensidad legislativa y la necesidad de acuerdos; y el partido, que renovará en un Congreso en verano.

Parte del equipo de Rajoy ayer, saludan desde el balcón de Génova
Parte del equipo de Rajoy ayer, saludan desde el balcón de Génovalarazon

MADRID- El banquillo está claro, pero más arriesgado es anticiparse a cómo repartirá a los jugadores por el terreno de juego. Cuando se pregunta por el futuro Gobierno, algunos de los que están cerca de él subrayan que muchas veces Rajoy recuerda que estuvo de presidente de la Diputación de La Coruña sin disponer de un solo asesor. Ahora los tendrá, pero «su conjunto será escueto y con gente seria y eficaz», según un dirigente territorial muy cercano. Será un Gobierno de estilo nórdico, sencillo y eficaz, sin adornos, añade. Cuando Rajoy quiere alabar a alguien, su adjetivo favorito es «serio». Y no tendrá a su lado a nadie que arriesgue por conseguir un titular ni del que crea que puede usar el cargo para pavonearse. Tampoco le gustan los cotilleos. Quienes le conocen creen que habrá descartado nombres sólo por haber sido manoseados en los cenáculos madrileños.

 Todos éstos son rasgos psicológicos del nuevo presidente del Gobierno, pero que dan sólidas pistas de quiénes estarán con él. Las quinielas son muy arriesgadas con Rajoy por el secreto con el que adopta la mayoría de las decisiones, aunque su carácter previsible permite adelantar que en su Gobierno estará la que ha sido su portavoz en el Congreso en esta Legislatura, Soraya Sáenz de Santamaría, a quien en el partido colocan como vicepresidenta política. Él no ha dicho ni «mu», ni siquiera a ella, una mujer a quien le reconocen que ha entendido como nadie «su función en relación al jefe». Otro que dan por fijo es el del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, a quien tienden a adjudicarle la cartera de Justicia, si bien otros se lo llevan a Fomento. Gallardón se perfila además como el portavoz apagafuegos perfecto para cualquier problema. También se ajusta al gusto de Rajoy, por lo que es previsible que cuente para las distintas responsabilidades que tiene que ocupar, con el «núcleo» de su Comité de Dirección. Pío García Escudero, al que postulan como presidente del Senado; Esteban González Pons... A la vicesecretaria de Organización, Ana Mato, la colocan como sucesora natural de María Dolores de Cospedal en la Secretaría General del PP. Y de esa cúpula del partido, al ex ministro Miguel Arias Cañete le meten en las quinielas de Exteriores.

Con la excusa de la apelación a lo previsible, en el PP contemplan que Rajoy utilice como báculo para hollar un camino lleno de espinas a otras personas de su confianza como el número uno por Barcelona, Jorge Fernández; la ex ministra de Sanidad Ana Pastor, a la que ven como presidenta del Congreso; o el presidente del PP de Navarra, Santiago Cervera, al que ha metido en los puestos de salida de su lista por Madrid en pago al sacrificio que le exigió en la pasada Legislatura, cuando tuvo que dejar su escaño para irse a luchar contra los «titanes» navarros. Hay líderes territoriales, como el canario José Manuel Soria, o incluso el vasco Antonio Basagoiti, bien colocados por distintos factores. Y lo mismo ocurre con presidentes autonómicos como Ramón Luis Valcárcel y Juan Vicente Herrera.

Economía será el área más importante, y, por tanto, del elegido se espera que tenga poderes de vicepresidente. Pero hasta en los círculos más cercanos a Rajoy hay opiniones dispares. Hay quienes ven a un independiente y otros creen que Rajoy no arriesgará y tirará de alguien del partido. En este último caso, de ajustarnos a lo previsible, lo lógico es que fuera Cristóbal Montoro. Sea o no sea así, su equipo económico –Montoro, Fátima Báñez y Álvaro Nadal– estará en un sitio u otro de su nueva «corte». Como también el grueso del comité de dirección del grupo parlamentario en el que se ha apoyado Sáenz de Santamaría, es decir, José Luis Ayllón, Alfonso Alonso... Sería toda una noticia que Rajoy no se llevase con él a La Moncloa a quien se ha convertido en una de sus personas de máxima confianza, el coordinador de Presidencia, Jorge Moragas, y con él a todo el equipo que le ha acompañado en el Gabinete que ha formado en Génova. En La Moncloa también tiene un hueco su directora de Comunicación, Carmen Martínez Castro. Como independientes suenan José Manuel González Páramo (miembro del consejo de Gobierno del BCE), con un perfil que se ajustaría al de la Vicepresidencia económica; igual que Jaime Caruana (director del Banco de Pagos Internacionales), así como el técnico Luis De Guindos. Se verá. Lo cierto es que no arriesgará con fichajes de campanillas y que reducirá las carteras, dicen que posiblemente a diez. De las quinielas cuelgan otros nombres como el del eurodiputado García Margallo o la gallega Pilar Rojo.